Una pionera 'calculadora oncológica' de sello español salta a Europa y EEUU

The Lancet, una de las revistas científicas más importantes a nivel europeo, ha publicado recientemente las principales conclusiones de una investigación española liderada por el oncólogo Oriol Mirallas, del Hospital Vall d’Hebron. El especialista ideó una calculadora para predecir la mortalidad a 90 días en pacientes con enfermedad metastásica que en los últimos seis meses han recibido tratamiento a partir de cinco variables. Tras validar la calculadora en pacientes procedentes del Hospital del Mar y del Hospital de Sant Pau, Mirallas destaca que “ya se ha pactado con diferentes centros realizar un ensayo prospectivo y tendrá lugar en hospitales de España, Francia, Reino Unido y Estados Unidos. A partir de aquí, esta herramienta se añadirá al criterio de cada médico".

Hasta la fecha, la calculadora ha testado a más de 1.000 enfermos metastásicos con tratamiento y manteniendo un 80 por ciento de precisión, permitiendo que una simple analítica y la historia clínica del enfermo sean suficientes para pronosticar su mortalidad al ingreso hospitalario. En palabras de Mirallas, este método es útil para ajustar el tratamiento médico para “pacientes que sufren tumores sólidos en tratamiento activo en el momento de acudir a urgencias”.

La calduladora permite ajustar el tratamiento médico

Una de las principales novedades que el oncólogo ha añadido para perfeccionar aún más la calculadora es diferenciar hasta tres grupos “para que haya más discriminación entre las curvas de supervivencia, ofreciendo más información. El grupo intermedio permite que los grupos altos y bajos no se solapen a nivel de mortalidad en cuanto a supervivencia. Nuestra herramienta tiene un valor predictivo negativo alto lo que permite detectar los pacientes que debemos ser más agresivos con el tratamiento”.

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"La herramienta es útil para detectar a aquellos enfermos que se tiene que ir a por todas para intentar salvarles la vida"

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Gracias a estas modificaciones, el especialista señala que, si el enfermo tiene una baja probabilidad de morir, “seguramente el paciente vaya mejor, se pueda ir de alta y tendrá una esperanza de vida mayor. La herramienta es especialmente útil para detectar a aquellos enfermos que se tiene que ir a por todas para intentar salvarles la vida”. Para el experto, la principal función de esta innovadora herramienta “no es detectar a aquellos pacientes que tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir que habitulamente la situación clínica es suficiente, sino para tratar a aquellos enfermos a los que se tiene que intentar todo lo que se pueda para mejorar su situación”.

La herramienta vislumbra incorporarse en la práctica clínica

Una de las principales conclusiones que Mirallas pretende apuntalar con el uso de la calculadora en diferentes hospitales es la posibilidad de demostrar su eficacia en distintos tipos de poblaciones: “Se ha demostrado una probabilidad de mortalidad precisa entre los enfermos del hospital de Sant Pau y del hospital del Mar al ser comparados con el hospital Vall d’Hebrón. Pese a tratarse de población diferente, la precisión se mantiene por lo que respecta a las variables escogidas y determinar cómo se encontrará tras 90 días hospitalizado”.

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"El uso de la calculadora dependerá de si los datos se correlacionan con la realidad"

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En oncólogo tiene la aspiración de que esta herramienta llegue a ser utilizada de forma rutinaria y normalizada dentro de la práctica clínica, por lo que las conclusiones que se consigan del ensayo prospectico tendrán una importancia capital: “El uso de la calculadora dependerá de si los datos se correlacionan con la realidad. Con más enfermos y con poblaciones más diversas, esperemos que siga funcionando. La implementación de la calculadora dependerá de lo útil que le parezca a los Servicios de Oncología de los diferentes centros a nivel nacional e internacional”.