Juan Ángel Recio, jefe del Grupo de Investigación Biomédica en Melanoma.
13 jun. 2017 11:30H
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El tratamiento del melanoma tiene una nueva línea terapeútica, según un estudio liderado por el grupo de Investigación Biomédica en Melanoma de Vall d’Hebron Institut de Recerca y que se publica en la revista Oncogene. Dimate, un fármaco inhibidor de la actividad ALDH1A3, permite atacar a las células cancerígenas conduciéndolas a su muerte, incluidas las células madre de cáncer o reservorio del tumor -responsables de la resistencia a la quimioterapia y de las recaídas-, con lo que favorecen así la inhibición del crecimiento tumoral.
Este fármaco, con el que se está realizando un ensayo clínico con pacientes de leucemia en Francia, ha demostrado -en modelos animales- una mejor respuesta que el tratamiento estándar actual con dacarbacina.
Para la investigación se utilizaron cuatro modelos de animales distintos, entre los cuáles había un modelo inmunocompetente y otro con tumores derivados de pacientes. En palabras del jefe del Grupo de Investigación Biomédica en Melanoma, Juan Ángel Recio, “en ellos se comprobó que DIMATE actúa específicamente contra las células tumorales por lo que su toxicidad es muy baja, es un inhibidor irreversible que actúa independientemente de la alteración genética inicial que tengan las células tumorales y, además, es capaz de destruir el reservorio del tumor, las células madre de cáncer que son las responsables de la quimiorresistencia y las recidivas”.
Niveles elevados de ROS
Las células tumorales tienen que adaptarse a su entorno al mismo tiempo que ajustar su maquinaria de producción para duplicarse. Esta situación incrementa la producción de las llamadas especies reactivas del oxígeno (ROS) que conducen a la producción de compuestos tóxicos como aldehídos que, de no ser eliminados, producirían la muerte celular.
Tras estudiar 13 tipos de tumores diferentes, los científicos llegaron a la conclusión de que las células tumorales del melanoma eran las que mostraban los niveles más elevados de ROS de entre los tumores analizados. Cuanto mayor era la cantidad de ROS que poseían, mayor era la actividad del aldehído deshidrogenasa (ALDH1A3), una enzima detoxificante de aldehídos.
Según el experto, “el estudio ha permitido comprobar que los melanocitos normales no expresan esta enzima, mientras que en las células de melanoma la enzima ALDH1A3 se expresa en altas cantidades”.
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