Pilar Garrido.
La
pandemia de Covid ha acelerado la brecha de género, también en Medicina. Así queda en evidencia en una encuesta realizada por el Comité de Mujeres de Oncología -Women for Oncology (W4O)- de la ESMO sobre e
l impacto de la pandemia en la vida de los oncólogos, "que confirma lo que algunos temían: que la carga ha recaído desproporcionadamente sobre nuestras compañeras, con implicaciones preocupantes para sus futuras trayectorias profesionales y la igualdad de género en nuestra profesión", señala en un editorial en ESMO Open
Andrés Cervantes, director del instituto de Investigación Sanitaria Incliva y presidente electo de la Sociedad Europea de Oncología Médica -European Society for Medical Oncology (ESMO).
"El futuro presidente de ESMO pretende dejar claro cuál es la postura de ESMO, que es la de apoyar a las mujeres en esta situación", explica a
Redacción Médica Pilar Garrido, presidenta de Women for Oncology de ESMO. "En el momento en que se lanzó la encuesta, había datos en los que se demostraba que en otros ámbitos, no necesariamente relacionados con la Medicina, estaba surgiendo una
brecha de género motivada por la pandemia o empeorando la que ya había. Los logros conseguidos no se han mantenido y el reparto de tareas ha dejado de ser como suponíamos que habíamos ganado en el tiempo anterior", subraya Garrido, que detalla el objetivo de la encuesta: "Queríamos comprobar si esta situación también se daba en el campo de la Oncología o era diferente".
Un total de 541 personas completaron el cuestionario de la encuesta, siendo el 72 por ciento mujeres. El 58 por ciento afirmó que
la crisis del Covid-19 ha afectado a su carrera profesional y, de este porcentaje, el 83 por ciento, asegura que ha impactado de forma negativa: el 85 por ciento mujeres y el 76 por ciento hombres.
La crisis sanitaria también ha afectado en la vida familiar (cuidado de hijos, de mayores, tareas domésticas...) en el 82 por ciento de los casos. De nuevo están más afectadas las mujeres, con el 84 por ciento; que los hombres, el 77 por ciento.
Así, el 39 por ciento de las oncólogas, frente al 25 por ciento de sus compañeros, empleó menos horas en la ciencia durante el periodo de confinamiento y hasta un 42 por ciento en el postconfinamiento, frente al 25 por ciento y 23 por ciento de los hombres, respectivamente. También el cuidado personal se vio mermado en el 58 por ciento de las mujeres encuestadas y en casi el 39 por ciento de los hombres. Además, durante el confinamiento,
las oncólogas dedicaron más tiempo a las tareas del hospital, como asistencia a pacientes, reuniones, gestiones administrativas...(un 53 por ciento frente al 46 por ciento); y también a tareas de laboratorio (33 por ciento frente al 25 por ciento).
Una "carga desigual" durante la pandemia
"Más de un tercio de las mujeres, según la encuesta,
dedicaron menos tiempo a la ciencia durante la crisis sanitaria en comparación con solo un cuarto de los hombres, lo que confirma las evaluaciones iniciales que nos habían alertado sobre una
caída en la autoría femenina en las publicaciones científicas durante el primer pico del brote”, afirma Cervantes en su editorial.
"Los datos revelan que hay una brecha de género y que durante la pandemia y pospandemia, hubo una
carga desigual y más mujeres tenían que dedicar más tiempo al trabajo y, sobre todo, a la carga familiar; en proporción a los hombres", relata Garrido. "La preocupación es el impacto que va a tener esto en el presente y el futuro de las carreras profesionales", añade la también presidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme).
"Los datos revelan que hay una brecha de género y que durante la pandemia y pospandemia hubo una carga desigual: más mujeres tenían que dedicar más tiempo al trabajo y, sobre todo, a la carga familiar"
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"Si has dedicado menos tiempo a la Ciencia, has trabajado menos, por ejemplo, en los artículos pendientes de envío para su publicación", ejemplifica Garrido. "Es un dato claro, también en Medicina, que durante la pandemia y pospandemia, ha habido muchos más artículos enviados por hombres que por mujeres. También se nota en la preparación de proyectos que enviar para optar a las becas", añade.
"Si hay menos mujeres trabajando en esto porque han tenido que dedicar más tiempo a la casa y la familia, las adjudicaciones de los proyectos y los artículos publicados van a incrementar la diferencia entre hombres y mujeres en los currículums", advierte la presidenta de Women for Oncology de ESMO. Al haber mayor diferencia, resalta, "
va a ser más difícil para las mujeres acceder a puestos de responsabilidad porque su CV no va a reflejar los logros que se han visto recortados por la pandemia".
Escasa participación masculina en la encuesta de ESMO
Cervantes considera que “desafortunadamente, (la encuesta) refleja las
bajas tasas de participación masculina observadas anteriormente en las actividades del Comité W4O y en las discusiones del Foro W4O en el Congreso anual de la ESMO" y muestra "una vez más, que
los hombres no están lo suficientemente comprometidos con las cuestiones de género, aunque estas son importantes para toda la comunidad oncológica".
Garrido coincide con Cervantes y considera que se trata de una "reflexión pendiente". "Más mujeres que hombres contestan la encuesta, por lo que se trata de una encuesta de percepción, tiene unas limitaciones a la hora de interpretar los resultados", advierte.
"El problema de la brecha de género es un problema de la sociedad, y creemos que hay que implicar a los hombres", reivindica. El grupo de trabajo de ESMO, coordinado por Garrido, cuenta con la presencia de hombres "muy comprometidos", según resalta la propia oncóloga. "Hay que conseguir que eso cale en los socios, en el caso de la encuesta, así como en la sociedad", fija como objetivo.
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Para mí ha sido un jarro de agua fría que los datos de la encuesta -y en general-, reflejen que los logros conseguidos en género no se mantienen en época de crisis. Esto es, no los tenemos lo suficientemente interiorizados para que, en el momento que haya una situación de crisis, cuando todo da un paso atrás, se mantengan", lamenta.
Medidas para acabar con la brecha de género en Oncología
En su opinión, para concretar las medidas que tienen que tienen que impulsar los dirigentes "es muy importante disponer de datos". Dichas medidas, afirma Garrido, deben ser proactivas. "
En ESMO, por ejemplo, cualquier programa que se lanza tiene una mirada de género. Esto no quiere decir que haya un 50 por ciento de mujeres y un 50 por ciento de hombres implicados, sino que no haya un desequilibrio muy importante", señala.
"En ESMO, por ejemplo, cualquier programa que se lanza tiene una mirada de género"
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"También se puede hacer promoción activa de otras cuestiones. Antes de la pandemia, al ver que muchas mujeres no podían asistir a congresos por tener niños pequeños, ESMO implementó guarderías. Hay muchas medidas, concretas y generales, hay que analizar las que tienen más éxito para cambiar las cosas y ser imaginativo en otras que puedan ayudarte", propone Garrido.
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