Los supervivientes de
cáncer infantil tienen más probabilidades de sufrir
trastornos del sueño y problemas emocionales asociados a los mismos, según un estudio cuyo resumen ha sido publicado en el suplemento
on-line de la revista
Sleep.
El trabajo hizo un seguimiento de 1.933
supervivientes (algo más de la mitad fueron mujeres). La media de edad fue de 35 años, pero habían pasado más de 23 desde el
diagnóstico. También, se compararon con sus hermanos (380 participantes, con una medida de edad de 33 años).
Estrés emocional persistente
“Nuestros resultados indican que para los supervivientes de cáncer infantil que han reportado
trastornos del sueño, hay una
gran probabilidad de empeoramiento o estrés emocional persistente”, comenta Lauren Daniel, profesor asistente de Psicología de la Universidad Rutgers en Camden, Nueva Jersey.
Los resultados enfatizan la importancia de abordar los problemas del sueño de largos supervivientes
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Aquellos que habían pasado por un cáncer infantil tenían un 31 por ciento más de
somnolencia diurna y un 26 por ciento de baja eficacia del sueño. Como consecuencia, desarrollaban más problemas de estrés emocional.
Larga supervivencia al cáncer
Los resultados enfatizan la importancia de abordar los trastornos del sueño asociados a la larga supervivencia al cáncer. “El sueño es
bastante susceptible a las intervenciones conductuales”, afirma Daniel.
“Los esfuerzos para mejorar el sueño pueden hacerlo también con la salud y la calidad de vida en supervivientes al cáncer infantil en el largo plazo”, concluye.
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