13 nov. 2017 9:40H
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El consumo de alcohol incrementa el riesgo de cáncer, ya sea escaso, moderado o alto, y las medidas de salud pública deben ir dirigidas a reducir el consumo de alto riesgo, ha señalado ASCO, la Sociedad Americana de Oncología Clínica.
El 5,5 por ciento de la incidencia global del cáncer y el 5,8 por ciento de las muertes por estas patologías pueden ser atribuidas al alcohol. Su consumo está especialmente ligado a tumores de mama, colorrectales, esofágicos y de cabeza y cuello.
El riesgo relativo para bebedores ocasionales para cáncer de mama es de 1,04 comparado con abstemios. En el caso de carcinoma de esófago de células escamosa asciende a 1,26, y de cáncer faringe se establece en 1,13. El riesgo de mortalidad aumenta en aquellos pacientes de consumo moderado del 1,79, mientras para bebedores de alto consumo es de 3,65.
No obstante, una encuesta realizada por ASCO mostró que el 38 por ciento de los estadounidenses limitaban su consumo de alcohol para reducir el riesgo de cáncer. Por ello, la sociedad cree necesario definir mejor el impacto del alcohol en los tratamientos y aumentar el conocimiento de los mecanismos que ligan alcohol y cáncer.
ASCO también pide medidas de salud pública como cribados para determinar el abuso de la bebida, reducir el número de establecimientos donde se vende alcohol, incrementar los impuestos y limitar los horarios de venta, así como restringir la publicidad e incluir estrategias de control de su consumo en los programas de prevención del cáncer.
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