La ESMO marca nuevas pautas en un ensayo para bajar la intensidad del tratamiento contra cáncer basado en biomarcadores

España participa en la guía europea para aminorar las terapias oncológicas
Javier Mateo, jefe del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer de Próstata del Vall d’Hebron Instituto de Oncología.


20 may. 2022 12:10H
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La investigación en medicina de precisión representa el futuro inmediato para muchos tratamientos contra el cáncer, y un aspecto que no puede quedarse atrás es la forma en que se comunican los resultados y se transmite la información adquirida. Generar confianza y seguridad entre profesional y paciente a través de una comunicación armonizada es la clave para sacar el máximo rendimiento a un abanico de posibilidades que ofrece la medicina de precisión. Para conseguir esta meta, la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) ha creado una nueva guía para la investigación e interpretación de datos en la ‘desescalada’ de tratamientos oncológicos.

Ofrecer a los profesionales y pacientes una serie de criterios para avanzar en esta desescalada controlada del tratamiento es el objetivo marcado por Javier Mateo, oncólogo del Hospital Universitario Vall d’Hebron (HUVH) y presidente del Grupo de Trabajo de Investigación Traslacional y Medicina de Precisión de Esmo. El especialista afirma en Redacción Médica que “los biomarcadores resultan vitales en los estudios relacionados con la medicina de precisión, ya que nos indican qué pacientes han de recibir un tratamiento de más. En cambio, sabemos que entender la biología de los tumores nos puede llevar a identificar a pacientes cuyos tumores vayan a tener un curso más indolente y con menos tratamiento puedan tener el mismo beneficio, ahorrándoles los efectos secundarios”.


"Entender la biología de los tumores nos permite identificar cuáles con menos tratamiento pueden tener el mismo beneficio, ahorrando los efectos secundarios"



Este tipo de estudios no se han llegado a realizar hasta la fecha, debido a que son complejos de diseñar y no se cuenta con las suficientes herramientas para validar los biomarcadores como en los ensayos clínicos que buscan añadir un fármaco. “Este fue el motivo de poner en marcha unas guías de cómo se ha de hacer un ensayo para bajar la intensidad del tratamiento basado en biomarcadores, creando unos mínimos estándares que todos aceptemos. Si el ensayo llega a cumplirlos, todos aceptaremos que se puede bajar el tratamiento de los pacientes sin comprometer su eficacia”.

Categorizar biomarcadores en tratamientos con cáncer


Esta nueva herramienta categoriza a los biomarcadores para informar sobre la modulación de la intensidad guiada por el riesgo de los tratamientos contra el cáncer. “Hay diferentes maderas de modular un tratamiento. Lo puedes realizar en base a dar menos fármacos, dar uno en vez de dos u ofrecer los dos con una dosis menor. Es importante diferenciar los dos escenarios. Por otro lado, una de las cosas que se tuvo en cuenta de cara a hacer la clasificación es entender que el concepto de eficacia depende del tipo de cáncer, además de conocer el estadio en que se encuentra. No es lo mismo la eficacia cuando intentas un tratamiento curativo, que cuando por desgracia la enfermedad esta avanzada y lo que buscas es aumentar el tiempo de la progresión. Estas variables se deberían tener en cuenta a la hora de definir los parámetros a medir en estos ensayos”, puntualiza Mateo.

El estudio ha desarrollado una clasificación que incluye diferentes niveles, basados en la metodología y los resultados de los ensayos clínicos, que son explicados por Mateo: “El nivel de evidencia depende de si el estudio que apoya esta modulación fue un estudio prospectivo o retrospectivo. Dentro de estos últimos, hemos de valorar si era un objetivo preplanteado del ensayo o un análisis posterior. Si luego se le ha de explicar al paciente que creemos que podemos bajar el tratamiento, todos los médicos hemos de informarlo usando los mismos parámetros, de cara a comunicarnos con nuestros pacientes y ofrecer resultados con estos estudios”.

La comunicación, clave en los tratamientos contra el cáncer


La comunicación con el paciente es el principal caballo de batalla para los investigadores que han realizado el documento. Mateo afirma que se trata de un “reto que tenemos en el campo de la medicina de precisión. Desde nuestro grupo intentamos desarrollar terminologías comunes que nos sirvan para comunicarnos con el paciente de una manera más estandarizada. Hasta ahora tenemos un gran problema, al paciente le llegan mensajes muy dispares desde los diferentes profesionales, provocando malentendidos y frustraciones. Debemos facilitar la comunicación con el paciente. No es importante que el paciente entenga algunos conceptos, pero es vital que todos los profesionales le comuniquemos de la misma manera un mensaje”.


"Al paciente le llegan mensajes muy dispares desde los diferentes profesionales, provocando malentendidos y frustraciones"



Los especialistas esperan que esta clasificación sea incorporada en nuevos estudios de ahora en adelante, y Mateo desea que “la herramienta se pueda utilizar en muchos centros. Desde ESMO haremos mucho trabajo de diseminación para favorecer el uso de la terminología en los estudios que llevemos a cabo. Para avanzar en la medicina de precisión, además de mirar hacia adelante en investigación debemos tener en cuenta la forma en que comunicamos los resultados, debe ser robusta y armonizada para poder generar confianza entre profesionales y pacientes”.
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