Javier Mateo, jefe del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer de Próstata del Vall d’Hebron Instituto de Oncología.
La
investigación en
medicina de precisión representa el futuro inmediato para muchos
tratamientos contra el
cáncer, y un aspecto que no puede quedarse atrás es la forma en que se
comunican los resultados y se transmite la
información adquirida. Generar confianza y seguridad entre profesional y paciente a través de una
comunicación armonizada es la clave para sacar el máximo rendimiento a un abanico de posibilidades que ofrece la
medicina de precisión. Para conseguir esta meta, la
Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) ha creado una nueva guía para la investigación e interpretación de datos en la ‘
desescalada’ de tratamientos oncológicos.
Ofrecer a los
profesionales y
pacientes una serie de criterios para avanzar en esta desescalada controlada del tratamiento es el objetivo marcado por
Javier Mateo, oncólogo del Hospital Universitario Vall d’Hebron (HUVH) y presidente del Grupo de Trabajo de Investigación Traslacional y Medicina de Precisión de Esmo. El especialista afirma en
Redacción Médica que “
los biomarcadores resultan vitales en los estudios relacionados con la medicina de precisión, ya que nos indican qué pacientes han de recibir un tratamiento de más. En cambio, sabemos que
entender la biología de los tumores nos puede llevar a identificar a pacientes cuyos tumores vayan a tener un curso más
indolente y con menos tratamiento puedan tener el mismo
beneficio, ahorrándoles los efectos secundarios”.
"Entender la biología de los tumores nos permite identificar cuáles con menos tratamiento pueden tener el mismo beneficio, ahorrando los efectos secundarios"
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Este tipo de estudios no se han llegado a realizar hasta la fecha, debido a que son
complejos de diseñar y no se cuenta con las suficientes
herramientas para validar los biomarcadores como en los ensayos clínicos que buscan añadir un fármaco. “Este fue el motivo de poner en marcha unas
guías de cómo se ha de hacer un ensayo para
bajar la intensidad del tratamiento basado en biomarcadores, creando unos mínimos estándares que todos aceptemos. Si el ensayo llega a cumplirlos, todos aceptaremos que se puede
bajar el tratamiento de los pacientes sin comprometer su eficacia”.
Categorizar biomarcadores en tratamientos con cáncer
Esta nueva herramienta
categoriza a los biomarcadores para informar sobre la modulación de la
intensidad guiada por el riesgo de los tratamientos contra el cáncer. “Hay diferentes maderas de modular un tratamiento. Lo puedes realizar en base a dar
menos fármacos,
dar uno en vez de dos u
ofrecer los dos con una dosis menor. Es importante diferenciar los dos escenarios. Por otro lado, una de las cosas que se tuvo en cuenta de cara a hacer la clasificación es entender que el concepto de eficacia depende del
tipo de cáncer, además de conocer el
estadio en que se encuentra. No es lo mismo la eficacia cuando intentas un tratamiento curativo, que cuando por desgracia la enfermedad esta avanzada y lo que buscas es aumentar el tiempo de la progresión. Estas variables se deberían tener en cuenta a la hora de definir los parámetros a medir en estos ensayos”, puntualiza Mateo.
El estudio ha desarrollado una clasificación que incluye diferentes
niveles, basados en la metodología y los resultados de los ensayos clínicos, que son explicados por Mateo: “El nivel de evidencia depende de si el estudio que apoya esta modulación fue un
estudio prospectivo o
retrospectivo. Dentro de estos últimos, hemos de valorar si era un
objetivo preplanteado del ensayo o un
análisis posterior. Si luego se le ha de explicar al paciente que creemos que podemos bajar el tratamiento, todos los médicos hemos de informarlo usando los
mismos parámetros, de cara a comunicarnos con nuestros pacientes y ofrecer resultados con estos estudios”.
La comunicación, clave en los tratamientos contra el cáncer
La
comunicación con el paciente es el principal caballo de batalla para los investigadores que han realizado el documento. Mateo afirma que se trata de un “reto que tenemos en el campo de la medicina de precisión. Desde nuestro grupo intentamos desarrollar
terminologías comunes que nos sirvan para comunicarnos con el paciente de una manera más
estandarizada. Hasta ahora tenemos un gran problema, al paciente le llegan mensajes muy dispares desde los diferentes profesionales, provocando malentendidos y frustraciones. Debemos facilitar la comunicación con el paciente. No es importante que el paciente entenga algunos conceptos, pero es vital que todos los profesionales le
comuniquemos de la misma manera un mensaje”.
"Al paciente le llegan mensajes muy dispares desde los diferentes profesionales, provocando malentendidos y frustraciones"
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Los especialistas esperan que esta clasificación sea incorporada en nuevos estudios de ahora en adelante, y Mateo desea que “la herramienta se pueda utilizar en muchos centros. Desde ESMO haremos mucho trabajo de
diseminación para favorecer el
uso de la terminología en los estudios que llevemos a cabo. Para avanzar en la medicina de precisión, además de mirar hacia adelante en investigación debemos tener en cuenta la forma en que comunicamos los resultados, debe ser robusta y armonizada para poder generar
confianza entre profesionales y pacientes”.
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