Comparativa sobre el incremento y disminución de la tasa de superviviencia relativa con respecto a hombres y mujeres. Fuente: Redecan.
A los
cinco años del diagnóstico la tasa de
supervivencia más baja en cáncer se da en los tumores de
páncreas y de
esófago (menos del diez por ciento), mientras que la más alta en
melanoma cutáneo, cáncer de
tiroides y
linfoma de Hodgkin (superiores al 80 por ciento), según se desprende de un estudio realizado por la
Red Española de Registros de Cáncer (Redecan).
En la investigación, publicada en la revista
Clinical Translational Oncology, han participado
nueve regiones españolas que en la actualidad tienen un registro poblacional de cáncer: País Vasco, Navarra, Cuenca, Girona, Tarragona, Castellón, Albacete, Murcia y Granada.
“Como novedad respecto a trabajos anteriores, destacar que se han incluido
todos los tipos de cáncer, desde tumores de cabeza y cuello hasta tumores hematológicos. Estos resultados permiten conocer la probabilidad de sobrevivir a un cáncer de cualquier tipo a los cinco años del diagnóstico en nuestra población”, ha comentado la presidenta de Redecan y directora del Registro de Cáncer de Granada en la Escuela Andaluza de Salud Pública,
María José Sánchez.
En concreto, en la investigación se muestran todos los casos de cáncer diagnosticados entre
2000 y 2007 (157.149) y la tasa de supervivencia a los cinco años, mostrando que en
hombres el cáncer de
testículo y de
próstata son los que permiten vivir más tiempo, mientras que en las
mujeres son el de
tiroides, melanoma, cáncer de mama y linfoma de Hodking, si bien en ellas el cáncer de hígado provoca más muertes que el de esófago.
Diferencias entre hombres y mujeres
Asimismo, los investigadores han comprobado que los
tumores de cabeza y cuello han tenido, durante la época de estudio, un pronóstico mejor entre las mujeres y que, incluso, la disminución de la supervivencia con la edad no ha sido tan pronunciada como en otros cánceres.
Se ha producido una reducción en la supervivencia de cáncer por edad en todos los tumores, si bien esta ha sido más pronunciada en
cáncer de ovario y próstata, y menos para tumores de cabeza y cuello. Además, en el análisis el cáncer gastrointestinal con peor pronóstico ha sido el de
esófago, al contrario que el de cáncer de colon y recto, con la tasa más alta de supervivencia en esta clase de tumores.
Respecto al cáncer de
pulmón, los especialistas han recordado que es muy frecuente en hombres y que está aumentando su incidencia entre las mujeres por la incorporación de ellas en el
hábito tabáquico.
Finalmente, los resultados han mostrado una ligera disminución de los casos de cáncer de
laringe en España debido, a juicio de los investigadores, a la relación que existe entre ellos y la exposición al tabaco, el
virus del papiloma humano o por diferencias en la fase en la que se hace el diagnóstico.
“Hace varias décadas, el cáncer era una enfermedad eminentemente mortal, si bien, con la implantación de los
programas de cribado, los
avances en el diagnóstico y tratamiento, y la mejora en los cuidados de los pacientes, el cáncer se está percibiendo como una enfermedad curable. Nuestro siguiente objetivo es seguir a los pacientes a más largo plazo para determinar el pronóstico a los 10 o 15 años del diagnóstico y determinar las tasas de curación”, ha zanjado la autora principal del trabajo,
María Dolores Chirlaque.
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