Los familiares del paciente oncológico a menudo le exigen sentirse bien para protegerle a él y a sí mismos.
2 feb. 2017 9:30H
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Una actitud demasiado positiva frente al cáncer aumenta el sufrimiento del enfermo. Por sorprendente que parezca, ésta es la advertencia de la psico-oncóloga Ziortza Arana frente a la habitual reacción condescendiente de los familiares del paciente con cáncer.
Esta profesional ha avisado de que no se debe esconder el malestar emocional que genera un diagnóstico de la enfermedad, ya que se trata de un sentimiento normal y comprensible.
“Ante este malestar, expresar, reconocer y poner palabras a cómo se siente uno mismo resulta fundamental para aliviar el sufrimiento, y, como consecuencia, mejorar la calidad de vida del paciente y de sus familiares”, ha explicado.
“Los familiares necesitan cuidarse para poder hacerse cargo del enfermo. Los pacientes que perciben apoyo familiar tienen menos dificultad para afrontar la enfermedad”, ha recalcado con motivo de la celebración, este sábado, del Día Mundial del Cáncer.
Y es que, tal y como ha señalado, cuando se diagnostica un cáncer se suelen escuchar frases del entorno familiar y social como “ánimo, hay que ser positivo”; “si eres fuerte, lo conseguirás” o “hay que tener buena actitud”.
Una postura “comprensible” cuando proviene de un familiar porque éste se intenta proteger, primero, a sí mismo (el miedo y la angustia los lleva a eludir como sea hablar de ello) y, después, al propio paciente para evitar que se ponga triste.
Afrontar el cáncer con tanto positivismo es una postura “equivocada”
“Se puede entender, pero es una postura equivocada”, insiste. Para esta especialista, “afrontar los reveses de la vida con tanto positivismo se ha convertido en los últimos tiempos en un arma muy peligrosa para la salud mental por la siguiente razón: dejas al paciente con cáncer muy culpabilizado porque encima de que está viviendo un proceso tan complicado, siente que con su actitud no va a ayudar en el proceso haciéndole responsable de su devenir, al mismo tiempo, se siente tremendamente incomprendido y solo aumentando su sufrimiento”.
En este sentido, la experta ha insistido en que el malestar emocional provocados por el cáncer son normales tanto para la familia como para el paciente y se deben exteriorizar, aunque ha matizado que, cuando estos sentimientos desbordan al paciente y a la familia e interfieren en el proceso de la enfermedad (interfieren, por ejemplo, en la adhesión a los tratamientos) sería necesario buscar la ayuda de un especialista, como es el caso del psicólogo especializado en cáncer.
En concreto, se debe recurrir a ayuda profesional cuando esos sentimientos de tristeza no son puntuales, sino que acompañan casi todo el día e impiden realizar las actividades cotidianas.
En este sentido, resulta importante dar a conocer la figura del psico-oncólogo tanto al paciente como a la familia desde el comienzo de la enfermedad y mostrar su disponibilidad en cualquier momento.
“Estamos en todo momento a su lado”
“Lo importarte es que sean conocedores de que, a pesar del camino complejo y difícil que están viviendo, vamos a estar a su lado”, ha incidido.
“La consulta de Psicología es un espacio continente, en el que hay una escucha empática, donde la palabra es una herramienta terapéutica para poder elaborar lo que está sucediendo e ir integrándolo en su biografía, siempre respetando los tiempo de cada persona ya que la demanda de ayuda del malestar emocional y su manifestación será diferente en cada persona dependiendo de la historia de vida del sujeto y del momento del proceso en el que se encuentren”, ha zanjado.
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