El equipo del CNIO dirigido por Marisol Soengas.
29 jun. 2017 11:40H
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Con apenas un milímetros de grosor, el melanoma cutáneo puede empezar a diseminarse y enviar sus células a colonizar otros órganos. Es por ello que este tumor es el cáncer de piel más agresivo, con lo que es fundamental la detección precoz.
Aunque se ha mejorado mucho en el tratamiento -particularmente con inmunoterapia-, la mortalidad de esta enfermedad sigue siendo muy elevada. Una de las grandes preguntas por responder es cómo se produce esa expansión tan rápida de los melanomas.
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha desarrollado una técnica que, por primera vez, permite visualizar en ratones las fases más tempranas del melanoma, un estudio que les ha permitido la identificación de una posible nueva diana farmacológica y del que se ha hecho eco la revista científica Nature.
En palabras de directora del Grupo de Melanoma en el centro, Marisol Soengas, “hemos podido descubrir mecanismos desconocidos del desarrollo del melanoma e identificar nuevos marcadores de metástasis que hemos validado en muestras de pacientes, y que podrían abrir nuevas vías para tratamientos farmacológicos”.
Una de las novedades de esta investigación es el desarrollo de modelos de melanoma MetAlert. Así, han creado modelos de ratón en los que se puede ver sin operación quirúrgica ni intervenciones adicionales cómo el melanoma actúa en todo el organismo, desde antes incluso de que ocurran las metástasis. El laboratorio logró crear, mediante modificaciones genéticas, ratones que emiten luz (bioluminiscencia) cuando hay una activación patogénica de los vasos linfáticos: “Estos ratones bioluminiscentes son idóneos para la investigación del melanoma, porque la generación de vasos linfáticos, o linfangiogénesis, es uno de los pasos iniciales en la diseminación de este cáncer”, apunta la experta.
Cambio de paradigma en el estudio
Los resultados han destapado los mecanismos que los melanomas activan muy tempranamente para crear sus propias autovías de diseminación, en parte a través de los vasos linfáticos. Se sospechaba hace ya tiempo que los melanomas, antes de diseminarse, preparan el terreno en los órganos que van a colonizar. Se creía que este proceso ocurría primero activando la vasculatura linfática en el tumor y luego en ganglios linfáticos adyacentes, los ganglios centinela, para posteriormente llegar a órganos distantes. Sin embargo, eliminar los ganglios centinela no impide las metástasis en otros órganos, lo que indica que algo no encaja en ese modelo.
El CNIO ha descubierto el porqué. Con los modelos MetAlert ha demostrado que estos tumores, cuando son agresivos, actúan a distancia mucho antes de lo que se creía, y lo hacen sin necesidad de recurrir a las proteínas que se consideraban esenciales para activar la linfangiogénesis en el tumor. Para Marisol Soengas, “estos resultados indican un cambio de paradigma en el estudio de la metástasis en melanoma”.
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