El THC, componente activo del cannabis, potencia una autofagia más destructiva.
31 oct. 2016 16:30H
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Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y del Instituto de Investigaciones Sanitarias San Carlos, han descubierto que el principal componente activo del cannabis, el THC (delta-9 tetrahidrocannabinol), es capaz de matar las células tumorales gracias al mecanismo de 'reciclaje celular' o autofagia.
De hecho, este proceso con el que la célula degrada y recicla sus componentes le ha valido el Premio Nobel de Medicina 2016 a uno de sus descubridores, Yoshinori Ohsumi. "Hemos identificado uno de los factores que determina que la activación de la autofagia conduzca a la muerte de las células tumorales", ha explicado el investigador del departamento de Bioquímica y Biología Molecular I de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y autor principal del trabajo, Guillermo Velasco.
Para realizar el trabajo, publicado en Autophagy, los científicos han utilizado un cultivo de células de glioma (un tumor cerebral muy agresivo) y las han sometido a dos tratamientos por separado: ausencia de nutrientes y suministro de THC. Estudios previos ya habían comprobado que, en ambos casos, se induce a la célula a que inicie el proceso de autofagia, aunque de dos formas diferentes.
Concretamente, la ausencia de nutrientes potencia la autofagia protectora, que ocurre cuando las células la activan para digerir componentes celulares más complejos y obtener la energía necesaria para adaptarse a esa situación de ayuno. En este sentido, en el caso del THC, lo que potencia es una autofagia más destructiva.
El tratamiento con THC aumenta los niveles de lípidos
Al comparar los cambios que se producían en las células tras la ausencia de nutrientes o el suministro del cannabinoide, los científicos han detectado que solo el tratamiento con THC aumentaba los niveles de unos lípidos (dihidroceramidas) que, a la larga, desencadenaban la muerte de la célula.
"El estudio demuestra que el aumento de los niveles de algunas dihidroceramidas tiene un carácter desestabilizador para los orgánulos de la célula implicados en la degradación de componentes celulares, lo cual lleva, en último término, a la muerte de las células tumorales", ha señalado Velasco.
Del mismo modo, el trabajo también ha puesto de manifiesto, tanto en estudios in vitro como en tumores generados en ratones, que la manipulación de los niveles de estos lípidos puede ser una estrategia para activar una autofagia que conduce a la muerte de las células tumorales, lo que reduciría el crecimiento tumoral.
"Estas observaciones pueden contribuir a sentar las bases para el desarrollo de nuevas terapias antitumorales basadas en la activación de la muerte a través de la autofagia", ha asegurado el científico, para comentar que, al mismo tiempo, el estudio ayuda comprender el mecanismo de acción de los cannabinoides en células tumorales, un campo de estudio en el que el departamento de Bioquímica y Biología Molecular I de la UCM lleva más de una década trabajando.
En el trabajo ha contado también con la participación de expertos del Instituto de Química Avanzada de Cataluña, el Instituto de Biofísica (UPV/EHU-CSIC), la Universidad del País Vasco, el Danish Cancer Society Research Center (Dinamarca), la Universidad de Newcastle (Reino Unido), el Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC), la Universidad de Sunderland (Reino Unido), el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (Japón) y el Ciberned.
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