Luis Paz-Ares, investigador coordinador del ensayo, jefe de Servicio de Oncología del Hospital 12 de Octubre y director de la Unidad de Investigación en cáncer de pulmón CNIO-H12O.
El
Hospital 12 de Octubre de la Comunidad de Madrid lidera un estudio que ha sido presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología que se está celebrando en Madrid. El trabajo analiza un
nuevo tratamiento frente al cáncer de pulmón de células pequeñas que mejora la supervivencia del paciente. Se trata de un estudio en fase II que demuestra en 220 pacientes
la eficacia de la primera molécula activadora de las células inmunitarias, células T, frente al cáncer de pulmón de células pequeñas.
El tratamiento se administra por vía intravenosa una vez cada 1 ó 2 semanas y pertenece a una clase de fármacos denominados activadores de células T bi-específicos. Recibe su nombre porque consta de
dos extremos específicos: un extremo se une a una proteína específica (antígeno, en este caso una molécula llamada DLL3) que se encuentra en las células tumorales, mientras que el otro extremo también se une, a través del receptor CD3, a una de las células inmunitarias del paciente (célula T).
Según Luis Paz-Ares, investigador coordinador del ensayo, jefe de Servicio de Oncología del Hospital 12 de Octubre y director de la Unidad de Investigación en cáncer de pulmón CNIO-H12O, este tratamiento farmacológico, tarlatamab, de la biotecnológica Amgen, conecta como un puente o “una celestina” la
célula tumoral con las propias células T del paciente, que usan una variedad de mecanismos para atacar y destruir la célula cancerosa. La diana de la molécula tumoral, conocida como DLL3, se puede encontrar en niveles elevados en los tumores de pulmón de células pequeñas, pero rara vez está presente en el tejido normal.
De esta forma, la acción de tarlatamab tiene efectos adversos limitados en el resto del organismo. Ofrece así a los pacientes “una nueva oportunidad terapéutica efectiva con un
perfil de seguridad bastante favorable”. En este estudio concreto se evaluaron dos dosis, 10 mg y 100 mg, siendo la primera la que mostró mejor cociente terapéutico y la que se utilizará en el desarrollo clínico de esta nueva inmunoterapia.
Un tumor con pocas opciones de tratamiento
El
cáncer de pulmón de células pequeñas es una neoplasia maligna agresiva, que supone el 15 por ciento de los tumores de pulmón y que tiene unas opciones de tratamiento limitadas y una
tasa de supervivencia a los 3 años del 6 por ciento para pacientes con este tipo de tumor en estadio diseminado. Este estudio demuestra que tarlatamab tiene el potencial de cambiar el manejo clínico del cáncer recurrente/refractario y mejorar la supervivencia en un año de los pacientes con esta enfermedad.
Paz-Ares señala que ha habido muy pocos
cambios en el tratamiento de este tumor en las últimas décadas, por lo que “disponer de este fármaco es una
noticia importante para los pacientes y para los médicos que tratamos esta enfermedad. Es el nacimiento de una nueva terapia”.
Una vez se cuenta con la dosis y el esquema terapéutico idóneo para el
desarrollo de esta investigación, podría solicitarse la aprobación por las agencias FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) y EMA (Agencia Europea del Medicamento), aunque los resultados definitivos de que esta medicación es mejor que la actual vendrá por el ensayo en fase III que ya está en marcha.
“Posteriormente, una vez demostrada que
la estrategia terapéutica es eficaz en etapas más tardías de la enfermedad, iremos a momentos más tempranos de la enfermedad” concluye el Paz-Ares quien también está seguro de que esta investigación redundará en el desarrollo de medicaciones de este tipo en otros tumores sólidos, cáncer de pulmón y otros.
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