Dolores Isla, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Lozano Blesa.
La
cronificación del cáncer de pulmón está dejando de ser una utopía para convertirse en una realidad que va ganando enteros gracias a los resultados del estudio
Adaura. El último gran paso en este sentido lo ha protagonizado Tagrisso (Osimertinib) de AstraZeneca, un fármaco que ya está disponible en
España para pacientes con
cáncer de pulmón no microcítico en estadio temprano con mutación
EGFR. “Se están esperando datos de
supervivencia global, pero con este impacto tan elevado en la
supervivencia libre de enfermedad habrá pronto
información positiva”, explica a
Redacción Médica Dolores Isla, jefa del Servicio de Oncología Médica en el Hospital Clínico Universitario
Lozano Blesa de Zaragoza, quien ha participado en la investigación.
Tras comprobar los beneficios de este nuevo tratamiento con Adaura, los especialistas quieren ir un paso más allá para ampliar la
indicación, por lo que se han iniciado
dos ensayos clínicos más,
Adaura II y
Neo Adaura: “El primer estudio se centra en pacientes con
estadios aún más precoces y que pueden sufrir algún
factor de riesgo por distintas características clínicas, fisiológicas o patológicas. Por el contrario,
Neo Adaura usará el fármaco
antes y después de la cirugía para comparar sus efectos con los resultados logrados hasta ahora”. La Oncología va ganando terreno al cáncer de pulmón, enfermedad que ya fue protagonista en el
último congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (
ESMO), por lo que, en palabras de Isla, empieza a generarse un "cambio de paradigma”.
Osimertinib ya está disponible para el tratamiento adyuvante de pacientes con cáncer de pulmón no microcítico en estadio temprano con mutación EGFR. ¿Cómo va a cambiar la vida de estos pacientes y de los profesionales que los tratan?
La vida de los pacientes va a cambiar porque va a haber un porcentaje elevado que se van a poder beneficiar de este fármaco, generando un impacto en la posibilidad de que la enfermedad vuelva a recurrir. Se trata de una población seleccionada, pacientes intervenidos quirúrgicamente que han recibido o no quimioterapia complementaria y que tienen la mutación EGFR. Esta mutación la sufre entre un diez y un 15 por ciento de la población europea. Ahora, van a poder recibir el fármaco y se ha visto que en un porcentaje elevado se retrasa la recurrencia de la enfermedad, por lo que supone un gran impacto en el pronóstico. Los pacientes se van a poder beneficiar de una nueva estrategia de tratamiento, de medicina de precisión. Por otra parte, los profesionales tendrán la posibilidad de ofrecer fármacos útiles en una situación como es la de estadios precoces. Existe la opción de que el resultado sea el camino correcto hacia curar la enfermedad, además de retrasarla.
¿Qué conlleva para el paciente trasladar el beneficio logrado por el fármaco en enfermedad avanzada al contexto de enfermedad precoz?
En esta enfermedad precoz no teníamos la posibilidad de mejorar los resultados en este subgrupo de pacientes. No se había hecho el estudio para conocer qué impacto había en ellos. En el ensayo Adaura, este fármaco -que mejoraba los resultados de supervivencia en enfermedad avanzada-, los está mejorando también en estadios precoces. Hay un impacto que es relevante, ya que son pacientes que pueden incluso curarse de su enfermedad. Estamos ante un beneficio de pronóstico muy importante.
¿Hay una estimación de cuántos pacientes se podrán beneficiar de este tratamiento en España?
Los números exactos a nivel español los desconozco. Estos pacientes representan el 15 por ciento del 30 por ciento total del cáncer de pulmón no microcítico. Se trata de un subgrupo que no es mayoritario, es un porcentaje seleccionado, pero el beneficio es muy importante debido a que los resultados de Adaura son espectaculares. El beneficio es tan importante que
merece la pena identificar a estos pacientes con cáncer de pulmón y realizarles un diagnostico para buscar si tienen o no la mutación. Si la tienen, pueden ser candidatos a recibir el fármaco.
"Los pacientes con EGFR representan el 15 por ciento del 30 por ciento total del cáncer de pulmón no microcítico"
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¿Se está trabajando para ampliar la indicación y que más pacientes se puedan beneficiar de la terapia?
Actualmente ya se han empezado dos ensayos clínicos más para ampliar las indicaciones con Osimertinib: Adaura II y Neo Adaura. En el primero de ellos, se está tratando a pacientes que tienen un tumor mucho menor, en estadios más precoces, y que cuentan con algún factor de riesgo. Se valorará si el fármaco es eficaz en ellos, particularmente en los que tienen un alto riesgo por distintas características clínicas, fisiológicas o patológicas. En relación al Neo Adaura, el fármaco se usará antes y después de la cirugía para comparar sus efectos con los resultados de Adaura. En esta investigación se busca valorar el impacto que genera el tratamiento antes de la cirugía.
La aprobación del fármaco ha llegado gracias a los resultados positivos del ensayo Adaura de Fase III. ¿Cuáles son los principales beneficios que han quedado demostrados?
Se ha cumplido el objetivo principal, que era mejorar la supervivencia libre de enfermedad en determinados pacientes con estadios precoces completamente resecados, que han recibido o no quimioterapia complementaria. Se trata de un paso importante en esta población seleccionada. Es la primera vez que un tratamiento dirigido en cáncer de pulmón consigue resultados en estadios precoces en pacientes completamente resecados. Otro hito es que, por primera vez, se ha logrado un estudio de medicina de precisión positivo en estos estadios precoces, generando un cambio de paradigma del abordaje diagnóstico y terapéutico de estos pacientes. Tenemos la obligación de determinar si existe la mutación EGFR y, si es positiva, administrar el fármaco que impacta de forma muy relevante en la supervivencia libre de enfermedad.
¿Qué probabilidad hay de que la enfermedad afecte al sistema nervioso del paciente con este tratamiento?
Esta enfermedad, con mucha frecuencia, llega a afectar el sistema nervioso central a nivel cerebral. Se trata de uno de los problemas más serios de los pacientes, condiciona mucho la supervivencia y la calidad de vida. El fármaco es muy eficaz en su uso en enfermedad avanzada. Es eficaz en pacientes que ya presentaban metástasis cerebrales, y genera prevención para que no aparezca en estadios precoces. Se ha visto cómo
la progresión de la enfermedad en el sistema nervioso central es muy baja y reducida en los pacientes que han recibido el fármaco con respecto a los que no lo han recibido.
"El fármaco es eficaz en pacientes que ya presentan metástasis cerebrales, y genera prevención para que no surja en estadios precoces"
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El 30 por ciento de los pacientes con CPNM pueden ser diagnosticados de forma lo suficientemente temprana como para someterse a una cirugía curativa, sin embargo, la recurrencia sigue siendo común. ¿Es necesario impulsar nuevas estrategias?
Es necesario llevar a cabo avances cuanto antes en esta dirección. La cirugía y el tratamiento complementario de quimioterapia cuando está indicada no son suficientes. Para mejorar estos resultados y reducir el porcentaje de pacientes en que la enfermedad vuelve a aparecer se deben contemplar estrategias nuevas de abordaje y así conseguir mejorar el pronóstico. Esto es lo que estamos incorporando en este grupo de pacientes incorporados en EGFR. Se están esperando datos relacionados con la supervivencia global, pero con este impacto tan elevado habrá pronto datos positivos.
¿Los resultados de Adaura son un paso más para lograr la cronificación del cáncer de pulmón?
Totalmente, es un avance importante que ha cambiado el paradigma de la atención de estos enfermos. Es el camino que hay que seguir con la investigación para que vayamos construyendo mejores resultados en nuestros pacientes y cambiemos el pronóstico, mejoremos y aportemos beneficio clínico a nuestros pacientes.
Europa contempla cribados de cáncer en el 90 por ciento de la población para 2025. Siendo el cáncer de pulmón el tercer tumor más diagnosticado en España, ¿considera que se podrá alcanzar esta cifra de cribado entre la población española para 2025?
De momento
el cribado en cáncer de pulmón no se contempla en nuestro país a nivel nacional. Se trata de una asignatura pendiente. Sí que hay iniciativas como estudios pilotos de factibilidad, como el estudio Cassandra, pero aún queda mucho camino por recorrer.
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