La profesora Carmen Hernández.
Un total de 8.649 kilómetros separan a la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la
Universidad Complutense de Madrid y el norte de
Kenia. Una distancia que cada año recorre la doctora
Carmen Hernández. Su tarea es acercar las patologías y enfermedades que sufren los pacientes de la pequeña región keniata de
Turkana, a través de la asignatura optativa que imparte en el
grado de Medicina de esta universidad.
“
Cirugía en Cooperación Internacional es una asignatura que no pretende explicar a los estudiantes lo que ya aprenden en el grado. Lo que enseñamos son
casos prácticos que han vivido los profesionales que están sobre el terreno. Mostramos esa filosofía de trabajo necesaria en un medio tan desfavorecido como es Turkana, donde nos enfrentamos a situaciones muy diferentes”, relata la profesora a
Redacción Médica.
La mayoría de sus alumnos, explica, son de primero y de segundo de carrera, porque “los estudiantes prefieren quitarse las optativas en los primeros cursos”. Pese a ello, todos los años realizan unas
jornadas de puertas abiertas, donde se pueden acercar todos los estudiantes.
Y es que la demanda por esta asignatura ha sido desde el primer día un completo éxito. “Comenzamos a ofertarla en 2015, y en aquel entonces ya superamos el aforo. Al principio éramos unos 30 alumnos, ahora llegamos hasta los 70”, asegura Hernández, más que satisfecha con el rumbo de la materia que fundó hace cinco años con sus colegas
Carmelo Loinaz y
Fernando Turégano.
Cirujanos en Turkana
Pese a todo, a esta facultativa todavía le queda tiempo para colaborar con el proyecto solidario,
Cirujanos en Turkana. Esta ONG nació en el 2004 gracias a la iniciativa de unos cirujanos generales del
Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Sin dudarlo, Hernández se embarcó con sus compañeros en esta aventura y pusieron rumbo al Hospital Gubernamental de Lodwar, en la región de Turkana.
"Al principio éramos unos 30 alumnos, ahora llegamos hasta los 70"
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A este proyecto, pese a tener unas pocas “reticencias”, sumó a unos pocos estudiantes de su asignatura. El papel de sus alumnos es básicamente de
apoyo en consultas y de recopilación de datos, aunque, reconoce Hernández, la principal enseñanza que se llevan sus alumnos “es ver que su profesión, su futura profesión, les brinda muchas posibilidades”.
“La Medicina no es solo el ejercicio sanitario en condiciones óptimas. Es ver que existen otras muchas realidades y que van a estar inmersos en una sociedad, donde se les exige conocimientos de todo tipo. Pero la principal enseñanza que reciben son los
valores humanos de estas personas, y el compartir los conocimientos de otros pueblos y otras culturas”, concluye la doctora, pensando ya en el próximo viaje de vuelta a esta zona de Kenia, donde sus pacientes la reciben con los brazos abiertos.
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