Tres variantes genéticas descubiertas son potenciales dianas terapéuticas frente a la enfermedad

Vinculan el sistema inmune con el desarrollo del alzhéimer


18 jul. 2017 10:10H
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POR REDACCIÓN
Científicos de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) han identificado tres nuevas variantes genéticas que apuntan a las células inmunes del cerebro en el desarrollo del alzhéimer, al tiempo que también ofrece nuevas pistas para combatir esta enfermedad neurodegenerativa.

Según describen en la revista Nature Genetics, estos genes codifican tres proteínas que se encuentran en las microglías, unas células que son parte del sistema de respuesta ante lesiones cerebrales, según han visto tras analizar datos de más de 85.000 pacientes.

El objetivo del estudio era identificar nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento o la prevención del alzhéimer, y de hecho si consiguen diseñar medicamentos dirigidos contra estas variantes tendrán la "oportunidad de alterar el riesgo de esta enfermedad", ha apuntado Gerard Schellenberg, principal autor de la investigación.

"Se sabe desde hace décadas que las microglías rodean los depósitos de placa amiloide asociados con la enfermedad", ha añadido este experto, de ahí que estas variantes genéticas sean "la demostración más clara de que estas células son parte del alzhéimer y, lo que es más importante, proporcionan objetivos claros de proteínas en los que podemos comenzar a intervenir con fármacos".

Genes altamente expresados en las microglías

Las tres variantes encontradas por Schellenberg y su equipo en los genes PLCG2, ABI3 y TREM2 son mutaciones que codifican proteínas en genes que están altamente expresados en las microglías y forman parte de una red de proteínas de células inmunes donde múltiples componentes contribuyen al riesgo de alzhéimer. Y uno de ellos, el PLCG2, es una enzima que es ya el objetivo de un fármaco en desarrollo.

Las tres son bastante raras, lo que explica el éxito de haberlas encontrado en su estudio en tres etapas. En la primera se codificaron todas las regiones codificadoras de proteínas de 34.290 muestras, y en la segunda y tercera el equipo refinó aún más las secuencias de variantes y verificó si eran significativas.

Pese al hallazgo, los autores creen que siguen existiendo preguntas clave sobre cómo deben atacar las microglías, si la respuesta a la lesión debe ser inhibida o activada y en qué fase de la enfermedad. "Debido a que la prevención es un objetivo clave de la terapia, es necesario explorar las células microgliales antes del inicio de los cambios cognitivos", dijo Schellenberg.
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