El cuestionario preguntaba con qué frecuencia y cuántas raciones se comía verduras de hoja verde.
21 dic. 2017 13:10H
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Comer alrededor de una porción al día de verduras de hoja verde puede ayudar a mantener el cerebro 11 años más joven, ya que lo relacionan con una tasa más lenta de envejecimiento cerebral, según un estudio publicado en la edición digital de este miércoles de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
El estudio encontró que las personas que comían al menos una porción de verduras de hoja verde al día tenían una tasa de disminución más lenta en las pruebas de memoria y habilidades de pensamiento que las personas que nunca o rara vez comían estos vegetales. La diferencia entre los dos grupos fue equivalente a tener 11 años menos de edad, según la autora del trabajo, Martha Clare Morris, del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, Estados Unidos.
"Añadir una porción diaria de verduras de hoja verde a su dieta puede ser una forma sencilla de fomentar la salud de su cerebro -afirma Morris-. Las proyecciones muestran aumentos agudos en el porcentaje de personas con demencia a medida que los grupos de mayor edad continúan creciendo en número, por lo que las estrategias efectivas para prevenir la demencia son fundamentales".
Un cuestionario a mil personas de 80 años
El análisis involucró a 960 personas con una edad promedio de 81 años que no tenían demencia y fueron seguidas durante un promedio de 4,7 años. Los participantes completaron un cuestionario sobre la frecuencia con la que comían ciertos alimentos y analizaron sus habilidades de pensamiento y memoria anualmente durante ese tiempo.
El cuestionario preguntaba con qué frecuencia y cuántas raciones comía la gente de tres vegetales de hoja verde: espinacas, con una porción de media taza de espinacas cocida; col rizada/acelgas / judías verdes, media taza cocida; y ensalada de lechuga, con una porción de una taza cruda. Se dividió a los participantes en cinco grupos iguales según la frecuencia con la que comían verduras de hojas verdes. Las personas en el grupo de mayor porción comieron un promedio de aproximadamente de 1,3 porciones por día. Aquellos que estaban en el grupo más bajo tomaban un promedio de 0,1 porciones diarias.
En general, las puntuaciones de los participantes en las pruebas de pensamiento y memoria disminuyeron con el tiempo a una tasa de 0,08 unidades estandarizadas por año. Durante más de diez años de seguimiento, la tasa de disminución para aquellos que comieron los vegetales más frondosos fue más lenta, de 0,05 unidades estandarizadas por año que la tasa de los que menos comieron vegetales de hoja verde. Esta diferencia fue equivalente a tener 11 años menos de edad.
Los resultados siguieron siendo válidos después de tener en cuenta otros factores que podrían afectar a la salud del cerebro, como el tabaquismo, la presión arterial alta, la obesidad, el nivel educativo y la cantidad de actividades físicas y cognitivas. Morris señala que el estudio no prueba que el consumo de verduras de hoja verde ralentice el envejecimiento cerebral, solo muestra una asociación.
Esta investigadora también apunta que el estudio no puede descartar otras posibles razones para esta relación entre el consumo de vegetales verdes y menor declive de la memoria. Además, Morris señala que debido a que el estudio se enfocó en adultos mayores y la mayoría de los participantes eran blancos, los resultados pueden no aplicarse a adultos jóvenes y personas de color.
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