Las estrategias de prevención no han frenado el número de suicidios.
El
suicidio representa un grave problema de
salud pública mundial y todas las
estrategias de prevención y los
medicamentos actuales, aunque útiles, no han frenado el
aumento de estas muertes. El diagnóstico más común entre todos los suicidios es el
trastorno depresivo mayor (TDM), y poder identificar a aquellas personas que presentan un
mayor riesgo de suicidarse es uno de los principales desafíos marcados por los investigadores. Recientemente un estudio revela que los pacientes con TDM que
murieron por suicidio tenían una
firma de expresión génica en la
sangre distinta de los pacientes con TDM que
fallecieron por otros medios. El hallazgo de
biomarcadores sanguíneos tiene el potencial de
señalar a los pacientes, a través de análisis de sangre, con alto riesgo de
suicidio.
La investigación, publicada en la revista científica
Translational Psychiatry, se realizó a partir de
buscar cambios en la expresión génica asociada con el suicidio en muestras de sangre y cerebro postmortem
archivadas de adultos con TDM que murieron por suicidio o por otros medios, así como un grupo de controles
sin enfermedad psiquiátrica.
Los investigadores recolectaron muestras de sangre y cerebro para
45 adultos, incluidas
53 muestras de sangre y
69 muestras de tejido de la
corteza prefrontal dorsolateral de pacientes pertenecientes a estas categorías. Se identificaron en sangre
14 genes que diferenciaban de forma notable a los pacientes con TDM que se suicidaron y los que murieron en otras circunstancias.
Cuatro genes marcan la diferencia en el cerebro y sangre
Por otra parte,
cuatro genes mostraron
cambios significativos en el
cerebro y la
sangre entre estos
dos tipos de pacientes. Dos de estos genes son concordantes con respecto a la
direccionalidad (PER3 y SOX9) y el primero de ellos se asocia con alteraciones de la
fase retardada del sueño en humanos. Por otra parte, SOX9 está
disminuido en la
corteza frontal en el TDM y en los suicidios deprimidos. Los otros dos genes,
CD19 y
TERF1, aumentaron en los
suicidios en la sangre, mientras que
disminuyeron en el cerebro.
Estos resultados permitieron a los investigadores un enfoque de expresión génica dirigido para evaluar
biomarcadores relevantes específicos del suicidio en sangre y cerebro postmortem. Entre los pacientes con TDM, las víctimas de suicidio tienen una
firma de expresión génica distinta de los no suicidios que incluye genes clave involucrados en la respuesta al
estrés y el
metabolismo de la poliamina, la
respuesta inmune y el mantenimiento de los
telómeros.
La posibilidad de identificar alto riesgo de suicidio
Las
conclusiones del estudio sugieren que la
expresión génica en sangre es altamente informativa para comprender los
cambios moleculares en el suicidio. El desarrollo de una firma de biomarcadores de suicidio en la sangre podría ayudar a los profesionales de la salud a
identificar a los sujetos con alto riesgo de suicidio. Pese a ello, los investigadores reconocen que se debe seguir realizando estudios más amplios de marcadores que podrían
combinarse con
investigaciones de firmas de fenotipo suicida de expresión génica para proporcionar una visión más completa de la contribución de estos factores a un mayor riesgo de suicidio.
Se trata del primer estudio que analiza muestras de sangre y cerebro emparejadas en una población bien definida de trastorno depresivo mayor que demuestran
diferencias significativas en la expresión génica asociada con el
suicidio.
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