Juan Carlos Portilla.
La Sociedad Española de Neurología (
SEN) ha presentado en su 70ª Reunión Anual el informe '
Impacto de las enfermedades neurológicas en la mortalidad española'. De acuerdo a los datos disponibles,
más de 78.000 españoles fallecieron en 2017 por
enfermedades neurológicas, lo que supone que son las causantes del
19 por ciento de las muertes que se producen cada año en España. Unas cifras que no se reparten de igual forma por sexos. Mientras que fueron las responsables de 14,6 por ciento de las defunciones de hombres, la cifra aumenta hasta el 23,6 por ciento en el caso de las mujeres.
Elaborado con los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (
INE), este Informe tiene el objetivo
determinar el peso de las enfermedades neurológicas en la
mortalidad española y en las distintas comunidades autónomas, así como la evolución que han presentado las enfermedades neurológicas con mayor índice de mortalidad en la última década.
“Estas cifras podrían ser aún mayores, ya que por la catalogación de la Clasificación internacional de Enfermedades
no hemos podido contabilizar los fallecimientos que se producen por
traumatismo craneoencefálicos. Según nuestras estimaciones, cada año se producen unos
20.000 traumatismos craneoencefálicos graves, de los cuales hasta un 40 por ciento de los que los sufren, lamentablemente, acaba falleciendo”, señala
Juan Carlos Portilla, vocal de la SEN.
Diferencias por comunidades autónomas
Cantabria (24,1 por ciento),
País Vasco (22,6 por ciento) y
Navarra (22 por ciento) son las comunidades autónomas en las que hay un
mayor porcentaje de mortalidad por enfermedades neurológicas respecto al total de fallecimientos, y son también las regiones donde
más mujeres mueren por esta causa (30,6 por ciento, 27,8 por ciento y 27,6 por ciento, respectivamente).
Cantabria es la comunidad autónoma con un mayor porcentaje de mortalidad por enfermedades neurológicas
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En el caso de la
mortalidad de los
hombres por enfermedades neurológicas,
La Rioja (19,4 por ciento) se sitúa en primera posición, seguida de Cantabria (17,8 por ciento) y País Vasco (17,7 por ciento).
Por el contrario,
Canarias (14,5 por ciento), la
Comunidad de Madrid (16,35) y
Extremadura (16,8 por ciento) son las regiones donde se produce un
menor porcentaje de muertes por enfermedades neurológicas -además de en las Ciudades Autónomas de
Ceuta (14,7 por ciento) y
Melilla (15,8 por ciento)- y tienen también las
cifras más bajas de mortalidad por enfermedad neurológica tanto en hombres como en mujeres.
Aunque muy relacionado con el número de habitantes que posee cada región,
Cataluña es la comunidad autónoma donde hay un
mayor número de personas fallecidas por enfermedades neurológicas (
más de 13.300 personas) , y también de
mujeres (
más de 8.200); seguida de
Andalucía, donde fallecen más de
12.800 personas al año por enfermedades neurológicas y más hombres (más de 5.100).
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Otra de las conclusiones del informe es que, aunque la
mortalidad en España ha
aumentado en los ú
ltimos 10 años, el
número de fallecimientos por enfermedades neurológicas
no ha crecido en la misma proporción. Mientas que la mortalidad española se incrementó un 10,5 por ciento en este periodo, cuando se habla solo de la mortalidad de las enfermedades neurológicas, alcanza el 18,5 por ciento (el 16,5 por ciento en hombres y el 19,8 por ciento en mujeres, frente al 7,6 por ciento y 13,7 por ciento que ha aumentado la mortalidad española, respectivamente, en estos 10 años).
“Existen muchas enfermedades neurológicas cuya
incidencia aumenta considerablemente
con la edad. El
progresivo envejecimiento de la población y el hecho de que la
s mujeres vivan más años que los hombres explican por si solos estos datos, pero también nos lleva a pensar que, en un
futuro, este
incremento será aún mayor”, señala Juan Carlos Portilla.
Porque
enfermedades como las
cerebrovasculares (principalmente ictus),
demencias (sobre todo enfermedad de Alzheimer) y los
parkinsonismos (especialmente la enfermedad de Parkinson), que son las enfermedades neurológicas que conllevan un
mayor número de fallecimientos entre la población española, son patologías en las que el riesgo de desarrollar cualquiera de ellas
aumenta notoriamente con la edad.
Si tenemos en cuenta la mortalidad por entidades específicas, las enfermedades cerebrovasculares constituyen –entre todas las causas posibles y no solo las neurológicas- la primera causa de mortalidad en la mujer, y la segunda en toda la población española. Actualmente las enfermedades cerebrovasculares producen más de
27.000 muertes al año (11.500 en hombres y 15.500 en mujeres). Por otro lado, la
enfermedad de Alzheimer es la segunda enfermedad neurológica con mayor mortalidad, con unos
14.800 fallecimientos al año (4.300 en hombres y 10.500 en mujeres).
Aumento de la mortalidad en enfermedades neurodegenerativas
En todo caso se observa que, en los
últimos 10 años, la
mortalidad por enfermedad cerebrovascular va reduciéndose -a pesar de que su incidencia sigue aumentando- gracias a la
mejora en los tratamientos. Hace una década se producían
32.900 fallecimientos por enfermedades cerebrovasculares, lo que supone que este periodo se ha
reducido un 17,6 por ciento la mortalidad de las mismas.
En un periodo muy breve de tiempo, el alzhéimer podría convertirse en la primera causa de mortalidad en España
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“Teniendo en cuenta estos datos, sería esperable que, puesto el
ictus es la
enfermedad neurológica que más fallecimientos provoca, debería haberse producido una reducción en la mortalidad de las enfermedades neurológicas, pero lamentablemente
las buenas cifras que estamos alcanzado con el ictus se han visto superadas por el incremento de la
mortalidad de las enfermedades neurodegenerativas, principalmente por alzhéimer, pero también por otras como párkinson. Es decir, a medida de que disminuye la mortalidad asociada a las enfermedades cerebrovasculares, aumenta la asociada con la enfermedad de Parkinson y, muy significativamente, la debida a la enfermedad de Alzheimer, sobre todo entre las mujeres”, señala
Juan Carlos Portilla.
“Por lo que estimamos que,
en un periodo muy breve de tiempo y si no conseguimos revertir esta tendencia, el
alzhéimer se convertirá en la
primera causa de mortalidad en nuestro país”, añade. En estos
últimos 10 años la
mortalidad por alzhéimer ha aumentado más de un 61 por ciento (un 63,7 por ciento en mujeres y un 55,8 por ciento en hombres).
“El impacto que ha tenido la introducción de los
nuevos tratamientos para el ictus en la mortalidad de esta enfermedad es un claro indicativo de la importancia que tiene seguir investigando en las enfermedades neurológicas, tal y como estamos fomentando en esta Reunión Anual”, ha destacado
Exuperio Díez Tejedor, presidente de la Sociedad Española de Neurología. “En todo caso, y mientras la comunidad científica intenta lograr conseguir
tratamientos más efectivos para las enfermedades neurológicas que, tal y como muestra este informe, tienen un
alto impacto en la mortalidad, pero también en términos de
dependencia y cronicidad, es importante
concienciar a la población de la importancia de controlar los principales factores de riesgo”.
Porque,
además de la edad, existen
otra serie de factores de riesgo como
presión arterial alta, colesterol o diabetes que aumentan notoriamente la probabilidad de padecer alguna de estas enfermedades. La SEN estima que
prevenirlos podría –al menos-
retrasar varios años la aparición de las enfermedades neurológicas con mayor índice de mortalidad y, en teoría, conseguir
reducir hasta un 50 por ciento la probabilidad de padecer alguna de estas enfermedades.
El informe “Impacto de las enfermedades neurológicas en la mortalidad española” se ha realizado en base a los
últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (
INE), en diciembre de 2017, relativos al año 2016. Por lo tanto, las conclusiones relativas a la evolución de la mortalidad a 10 años, se ha realizado considerando el
año 2006.
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