22 may. 2017 17:20H
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Las propiedades curativas y de desarrollo neuronal que tiene la música no dejan de ser toda una sorpresa. Según un estudio de la Brown University en Providence (Estados Unidos), los pacientes con alzhéimer que están ingresados en residencias y se seleccionan la música que escuchan tienen un mejor comportamiento y acaban tomando menos medicación psicotrópica y para combatir la ansiedad.
El trabajo, cuyos resultados publica la revista 'American Journal of Geriatric Psychiatry', trataba de analizar la eficacia de un programa individualizado de música diseñado para residencias de mayores, llamado 'Music and Memory', que en cambio no demostró ningún beneficio a la hora de mejorar los problemas de humor que sufren en ocasiones estos pacientes. "La enfermedad de Alzheimer y otras demencias pueden derivar en comportamientos agresivos o que afectan a los propios pacientes y sus cuidadores", ha reconocido Kali Thomas, profesor asistente que ha coordinado este trabajo.
El potencial de este tipo de intervención ya fue recogida en el documental 'Alive Inside' de 2014, que muestra a los mayores con demencia que están internos en residencias cantando e interactuando entre ellos mientras el resto escuchan su música favorita. Pero los efectos de esta actividad nunca se había estudiado para ver sus posibles beneficios.
Para ello, los investigadores pusieron en marcha el programa 'Music and Memory' en 98 residencias de mayores con unos 13.000 pacientes con Alzheimer u otras demencias, cuya situación fue comparada con la de un número similar de internos sin esa enfermedad neurodegenerativa.
Fruto de esta iniciativa, los cuidadores de las residencias ayudaban a los residentes a elaborar una lista de reproducción con canciones en función de sus preferencias musicales. Al inicio del estudio, en 2012, los investigadores usaron registros para evaluar los problemas de conducta de los pacientes, su estado de ánimo, niveles de depresión y consumo de medicamentos para la ansiedad y antipsicóticos. Y repitieron la misma evaluación un año después, en 2013, cuando finalizó el experimento.
Uno de cada cinco dejaba los antipsicóticos
Entre quienes seleccionaban su propia música, la tasa de abandonos del tratamiento antipsicótico a los 6 meses era de un 17,6 % y aumentó después del programa hasta un 20,1%, mientras que en el grupo control se mantuvo estable en un 15% de los pacientes. Del mismo modo, la proporción de personas que interrumpieron su tratamiento contra la ansiedad aumentó del 23,5 al 24,4%, mientras que en el grupo control cayó del 25 al 20% en el mismo periodo.
Las residencias que usaban el programa de música también reportaron mejoras en el comportamiento de los residentes, ya que cayó el porcentaje de problemas de un 57%, mientras que en el otro grupo se mantuvo estable.
El coste de esta iniciativa depende del tamaño del centro pero puede oscilar entre los 250 y 1.000 dólares (entre 222 y 888 euros) para formar a los cuidadores, según los autores de la iniciativa, que reconocen que algunos participantes reciben un 'kit de inicio' con un reproductor de música.
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