La coordinadora del Grupo de Estudios de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Patricia Pozo.
27 mar. 2017 17:50H
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La cefalea es uno de los problemas más prevalentes en los Servicios de Urgencias ya que el 2% de los pacientes que acuden lo hacen por presentar dolor de cabeza. Sin embargo, la mayoría de los profesionales que trabajan en dicho servicio “poseen una formación limitada en la atención de cefaleas y, en muchas ocasiones, deben tomar decisiones sin el soporte del neurólogo de guardia”, según explica la coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Patricia Pozo.
Con el objetivo de mejorar la atención de los pacientes, tanto niños como adultos, desde SEN han elaborado la ‘Guía práctica diagnóstico terapéutica de la Cefalea del adulto y el niño en Urgencias’, que ofrece la información necesaria para establecer si la cefalea supone una patología benigna o, por el contrario existe un proceso neurológico grave, y los pasos a seguir.
"Cualquier clínico que se enfrenta a un paciente con cefalea debe determinar, en primer lugar, si se trata de una cefalea primaria (como la migraña) o una cefalea secundaria (sintomática de otro proceso) y, para ello, tiene que tener en cuenta la edad del paciente, los antecedentes familiares y personales, el perfil temporal del dolor y una serie de criterios epidemiológicos, evolutivos y clínicos", ha destacado Pozo.
Esta identificación es importante para determinar si es necesario el ingreso o no del paciente y es necesario conocer los síntomas de alarma que se pueden agrupar en cuatro grupos: según el patrón de la cefalea (empeoramiento progresivo de una cefalea primaria o falta de respuesta a los tratamientos, cefaleas por esfuerzos físicos, dolor agravado por cambios posturales, etc.); la edad de aparición (especialmente importante en pacientes mayores de 50 años); la forma de inicio de dolor (el patrón temporal denominado como cefalea trueno debe ser considerado un importante síntoma de alarma); y las características del dolor (cuanto menos específico sea el dolor, mayor precaución ha de tenerse a la hora de descartar una cefalea secundaria).
Mujeres embarazadas y niños
El 93% de las cefaleas más frecuentes durante el embarazo son las cefaleas primarias –con clave predominio de las migrañas–; y en los niños también es una enfermedad frecuente, ya que esta deriva de infecciones habituales en estas edades.
En general, si se hace una correcta historia clínica y una adecuada exploración neurológica no se necesita realizar ninguna prueba complementaria -su utilización vendrá condicionada en la mayoría de las ocasiones por la presencia de signos de alarma-. La Guía también incluye indicaciones sobre cuándo realizar exploraciones complementarias (neuroimagen, laboratorio, punción lumbar, electroencefalograma (EEG) y electrocardiograma (ECG), así como recomendaciones terapéuticas para los distintos tipos de cefalea y de pacientes.
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