Un estudio asocia la diabetes de la madre al riesgo de que sus hijos sean autistas.
Un estudio realizado en
Dinamarca ha investigado la asociación existente entre los diagnósticos de enfermedades crónicas y no crónicas de las madres y el riesgo de que sus hijos tengan
Trastorno del Espectro Autista (TEA). Para realizar este informe se incluyeron a todos los niños nacidos en el país entre 1998 y 2007 (653.580), entre los que encontraban 7.866 autistas, y sus madres.
Investigaciones anteriores ya habían vinculado trastorsnos como el
estrés, la
depresión o la
ansiedad de la madre durante la gestación al
desarrollo neurológico de sus hijos. Ahora, este informe publicado en medRxiv ofrece una vinculación directa entre enfermedades que puedan padecer las mujeres, como la
diabetes o los trastornos pisquiátricos, entre los
factores que influyen en el posterior diagnóstico de TEA de sus descendientes, siendo los segundos los más vinculantes según los resultados obtenidos.
El trastorno del espectro autista (TEA) es un desorden del neurodesarrollo caracterizado por deficiencias en la
comunicación social y
comportamientos restrictivos y repetitivos. Debido a los orígenes tempranos del desarrollo neurológico del TEA, los estudios sobre los
factores de riesgo no genéticos de dicho trastorno se han centrado en las exposiciones maternas durante el embarazo.
Hasta la fecha, los estudios han documentado asociaciones entre el TEA en los hijos y varias afecciones médicas maternas que ocurren alrededor del embarazo, incluidas la
depresión, la diabetes, las enfermedades del sistema inmunitario y las infecciones. Sin embargo, las mujeres embarazadas experimentan muchos otros problemas de salud, la mayoría de los cuales no han sido estudiados en relación con el riesgo de dicho trastorno en la descendencia.
Epilepsia o trastorno de la personalidad, afectan al bebé
Tras analizar para el desarrollo de esta investigación un total de 241
enfermedades no crónicas y 90 crónicas de la madre en busca de esta asociación, se halló relación en 15 de los diagnósticos no crónicos y cinco en los crónicos. Una parte importante de estos hallazgos se asocian principalmente a las complicaciones y las lesiones en el embarazo.
Las enfermedades relacionadas con la salud mental de la madre (como la depresión, la reacción al estrés severo, el trastorno de la personalidad o los trastornos de adaptación) así como otras enfermedades crónicas que pudiera padecer (como la epilepsia o el síndrome del intestino irritable) son, según concluye esta investigación de Dinamarca, el principal grupo de dolencias maternas asociadas a un mayor riesgo de diagnóstico de autismo en la descendencia. Además, en sus conclusiones descartan que otros factores, como la
edad de la madre en el momento de la concepción, formen parte de los condicionantes.
Los hallazgos que revelan esta investigación denotan la importancia de vigilar la
salud materna durante el embarazo. Las enfermedades que la madre pueda sufrir en su estado de gestación pueden afectar a largo plazo en el desarrollo neurológico del bebé tal y como se desprende sus conclusiones.
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