La desorientación espacial caracteriza la enfermedad y, ahora, se confirma su causa molecular.
19 ene. 2017 18:10H
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Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia (CUMC, por sus siglas en inglés) han descubierto que la desorientación espacial que conduce a equivocarse a muchos pacientes con Enfermedad de alzheimer la provoca la acumulación de proteína tau en las células nerviosas de navegación en el cerebro.
Estos hallazgos en ratones son en potencia aplicables a pruebas diagnósticas tempranas para el alzhéimer y delimitan nuevos objetivos para el tratamiento de este síntoma común y preocupante, como se detalla en un artículo publicado en la edición digital de Neuron.
Se calcula que tres de cada cinco personas con enfermedad de Alzheimer vagan y se pierden, por lo general en las primeras etapas de la patología, dejándoles vulnerables a lesiones.
Los investigadores sospechan que estos problemas se originan en un área del cerebro conocida como la corteza entorrinal (EC, por sus siglas en inglés) que desempeña un papel clave en el recuerdo y la navegación y está entre las primeras estructuras cerebrales afectadas por la acumulación de ovillos neurofibrilares, que están compuestos en gran parte de tau, un sello distintivo del alzhéimer.
“Hasta ahora, nadie ha sido capaz de mostrar cómo la patología tau podría llevar a dificultades de navegación”, ha subrayado la autora del trabajo, Karen E. Duff, profesora de Patología y Biología Celular (en Psiquiatría y en el Instituto Taub de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer y el Cerebro Envejecido) en la CUMC.
Duff y sus colegas han enfocado sus investigaciones en células de red excitatorias, un tipo de célula nerviosa en la EC que se dispara en respuesta al movimiento a través del espacio, creando un mapa interno en forma de red del ambiente de una persona.
Las tareas cognitivas espaciales revelaron que los ratones EC-tau mostraron resultados significativamente peores en comparación con los controles, lo que sugiere que la proteína tau altera la función de las células de red y contribuye al aprendizaje espacial y los déficits de memoria, según ha resaltado otro de los investigadores de este trabajo, Abid Hussaini, profesor asistente de Neurobiología en Patología y Biología Celular y el Instituto Taub).
La tau patológica afecta sólo a las células excitatorias
El análisis histopatológico detallado de los cerebros de los ratones reveló que sólo las células excitadoras, pero no las inhibidoras, fueron alteradas por la tau patológica, lo que dio como resultado que las células de red se activaran menos.
“Parece que la patología tau salvó las células inhibidoras, perturbando el equilibrio entre las células excitatorias e inhibitorias y desalineando los campos de red de los animales”, ha argumentado el coprimer autor Hongjun Fu, investigador asociado en el Instituto Taub, quien dirigió los estudios inmunohistológicos y de comportamiento.
“Este estudio demuestra claramente que la patología tau, que comienza en la corteza entorrinal, puede conducir a déficit en la activación de las células de red y subyace al deterioro de la cognición espacial que vemos en la enfermedad de Alzheimer humana”, ha declarado el premio Nobel Eric Kandel, profesor de Ciencias del Cerebro en CUMC.
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