"En España se minimiza el impacto que la demencia genera en la sociedad"

La demencia es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la séptima causa de muerte a nivel mundial, motivo por el cual la institución ha publicado un plan de acción para dar una respuesta unitaria en los próximos años. El Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología ve con buenos ojos esta estrategia y su coordinador, Juan Fortea, afirma en Redacción Médica que “es la primera vez que se hace un plan de esta envergadura para una enfermedad no infecciosa. Hay muchas demencias que no se diagnostican en España, provocando que se minimice el impacto en la sociedad. Esta situación provoca que desconozcamos el coste total que esta enfermedad está teniendo entre la población”.

Llevar a cabo un plan de estas características contra la demencia en España provocaría, según el especialista, “que se puedan aprender muchas de las iniciativas que se han llevado a cabo a nivel mundial en las enfermedades infecciosas, como el coronavirus. Los neurólogos pueden aportar su experiencia para abordar la demencia, pero lograr una visión holística generaría beneficios, aprendizaje y reducir los errores cometidos hasta ahora”.

Uno de los talones de Aquiles que sufre España y la mayoría de los países europeos es la falta de datos actualizados con respecto a la prevalencia, invalidez o mortalidad de la demencia. “En muchos casos no se llega a diagnosticar la enfermedad. No tenemos sistemas de cribado poblacional lo suficientemente eficaces para realizarlo. En países desarrollados hasta un 80 por ciento de los pacientes pueden llegar a no ser diagnostiados por demencia. Es más, muchos fallecen por demencia y en los certificados de muerte aparece otra causa. En muchos casos se afirma que la muerte es por neumonía, pero el origen de ésta acaba siendo la propia demencia”, concluye Fortea.

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"Muchos pacientes fallecen por demencia y en los certificados de muerte aparece otra causa"

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Contabilizar el número de casos de demencia que España tiene es el primer paso que se debe realizar para que, según el especialista, las administraciones destinen el dinero en función del impacto que la enfermedad genera en la sociedad: “En Estados Unidos cuando se quiso pedir dinero a las administraciones para las demencias, lo primero que se hizo fue contabilizar para mejorar los datos. En España se está minimizando el impacto que la demencia tienen en la sociedad, ya que existen costes difíciles de cuantificar tanto directos como indirectos”.

Una investigación a nivel europeo contra la demencia

La OMS busca fomentar sinergias a nivel mundial contra la demencia, y Fortea ve con buenos ojos esta iniciativa, permitiendo “un aprendizaje de unos con otros”. Pese a ello, el aspecto que el especialista considera necesario es tener a nivel europeo “una organización de investigación biomédica similar a Estados Unidos con el National Institute of Aging. De esta manera, se tendría una visión integrada de sistemas de investigación con estándares y un flujo común de conocimiento e información. En Europa se gasta menos en investigación y de peor forma. Aquí tenemos diferentes centros de investigación autonómicos, nacionales y europeos que no se hablan entre ellos, provocando que se investigue con menos eficacia. Sacrificar los centros nacionales puede ser polémico, pero eso supondría un cambio de paradigma e equipararnos a Estados Unidos”.

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"Sacrificar los centros nacionales puede ser polémico, pero supondría un cambio de paradigma"

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La primera piedra que Fortea considera que debe ser para lograr hacer jaque a la demencia en España es “mejorar los datos de prevención, prevalencia y mortalidad. Esto nos dará argumentos de peso a la hora de hablar con las administraciones. La sociedad envejece y se incrementará la incidencia en la demencia, por lo que es necesario actuar cuanto antes mejor”.