Grupo del Ciberesp en el Instituto de Salud Pública de Navarra.
Investigadores del Ciber de Epidemiología y Salud Pública (
Ciberesp) han encontrado presencia frecuente de
virus de la gripe y otros virus respiratorios en muestras de
personas fallecidas durante la epidemia de gripe de 2017. El estudio, liderado por
Jesús Castilla Catalán, del Grupo del Ciberesp en el Instituto de Salud Pública de Navarra, ha sido publicado en la revista
Emerging Infectious Diseases, y plantea una
posible relación entre el aumento de defunciones durante los inviernos y la infección por el virus de la gripe y otros virus respiratorios.
Cada año se produce un
aumento en la mortalidad general durante las epidemias de gripe y de virus respiratorio sincitial (VRS). Este incremento es mayor en las temporadas en que predomina el
virus de la gripe A (H3N2). Dado que solo a una pequeña proporción de personas llegan a diagnosticarse antes del fallecimiento “
no se conoce bien la contribución real de la gripe a la mortalidad general”, indica Jesús Castilla. “El objetivo de nuestro estudio era evaluar la viabilidad de detectar estos virus respiratorios en personas fallecidas y de estimar la prevalencia de estas infecciones en personas que mueren durante la epidemia de gripe”, explica.
Además del resultado de la muestra
post mortem, se tuvo en cuenta el posible diagnóstico de gripe en vida y la causa de muerte registrada.
Solo el 7% había recibido un diagnóstico de infección por estos virus
En el estudio
post mortem el 18 por ciento de los participantes dio positivo para la
gripe A (H3N2) – virus que circuló predominantemente en esa temporada–, 12 por ciento para el
VSR, 12 por ciento para el
coronavirus y 7 por ciento para el
rinovirus. En resumen, se detectó el
virus de la gripe en el 18 por ciento de las muestras, y algún tipo de
virus respiratorio en el 47 por ciento de ellas, pero
solo el 7 por ciento de los participantes habían recibido un
diagnóstico de infección por el virus detectado antes de morir.
Se detectaron virus respiratorios en un 42% de las personas asignadas a oras causas no respiratorias de muerte
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Los
virus respiratorios se detectaron en el
86 por ciento de las personas cuyo
certificado de defunción señalaba enfermedades del aparato respiratorio como la
causa de muerte, y este porcentaje fue menor, pero también alto (42 por ciento), entre las que quedaron asignadas a todas las
otras causas no respiratorias de muerte. Solo un 10 por ciento de aquellos en cuya muestra
post mortem fue detectado el virus de gripe tenían registrada ésta como causa de la muerte.
Estos resultados tienen
implicaciones relevantes. Las infecciones por virus respiratorios tienen un
comienzo súbito y la muerte puede ocurrir antes de que los síntomas sean evidentes. Solo una pequeña proporción de personas fallecidas en las que pudo detectarse un virus respiratorio había recibido este diagnóstico antes de morir, por lo que la contribución de las infecciones virales a la muerte puede estar
subestimada.
Precaución con la interpretación de los resultados
Las muertes relacionadas con virus respiratorios podrían estar distribuidas entre todas las causas de muerte, ya que estos virus pueden desencadenar
infecciones bacterianas secundarias o exacerbar
enfermedades crónicas, y estas enfermedades concurrentes son las que habitualmente quedan registradas como la causa de la muerte.
No obstante, matizan que hay que
tener cuidado con la interpretación de estos resultados, ya que la presencia de virus
no necesariamente
implica una relación causal entre la infección y la muerte. Los sistemas de
vigilancia epidemiológica podrían complementarse con pruebas realizadas a personas fallecidas durante el período de epidemia de la gripe para ayudar a esclarecer esta relación.
En este estudio participan investigadores de
l Instituto de Salud Pública y del Complejo Hospitalario de Navarra, cuenta con la colaboración del
Grupo Tanatorios Irache y con financiación del
Instituto de Salud Carlos III.
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