Marta Galán, investigadora y facultativa del Hospital Universitario de Elche.
La Neumología española guía el futuro de las enfermedades respiratorias a las
medidas de protección de la época del Covid-19, debido a que un reciente estudio ha puesto de manifiesto la importancia de esas restricciones a la hora de afrontar patologías respiratorias como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (
EPOC) o el
asma. La investigación pone de relieve que, durante el año 2020, cuando el coronavirus irrumpió en España y en gran parte del planeta,
disminuyeron un tercio los ingresos hospitalarios por EPOC en el país. Y todo gracias, según el documento, a las medidas de protección que se pusieron en marcha.
Si bien los resultados se cosecharon en un margen temporal en el que se extremaron las medidas de protección individual, los científicos apuntan a que es posible sacar “conclusiones positivas” en cuanto a la
protección de pacientes respiratorios en los periodos de no pandemia. “Estos pacientes deben
evitar el contacto con familiares u otras personas con sospecha de enfermedades contagiosas y apostar el
uso de las mascarillas en determinadas circunstancias”, recalca el estudio, del que
Marta Galán es investigadora principal.
En declaraciones a
Redacción Médica, Galán, que también es facultativa en el Hospital General Universitario de Elche, apunta a que cuando haya convivientes con
enfermedades contagiosas se debería “extremar” el cuidado personal, con un adecuado
lavado de manos y evitando el contacto directo con los pacientes “más sensibles”. Así, desde la especialidad abren el camino a abordar las patologías respiratorias desde una posición en la que puedan prevenirlas.
Por otra parte, la investigadora indica que son varios los factores que han podido contribuir a la disminución de esos ingresos hospitalarios. Por un lado, afirma que medidas como el
aislamiento social y el uso de las mascarillas han ayudado a bajar la transmisión del virus. También la
menor exposición a la contaminación ambiental derivada de las restricciones del transporte, a la
menor actividad física durante el confinamiento y a una
mayor adherencia a los tratamientos habituales.
Polución ambiental, en el centro del problema
“Se debe priorizar la mejora de la
calidad del aire para prevenir las exacerbaciones del asma y la EPOC”. Es la frase con la que concluyen los investigadores el estudio, enfatizando el problema que la contaminación atmosférica genera especialmente en los pacientes con patologías respiratorias. Para que estas personas no sufran un empeoramiento de su estado, desde la
Neumología española recomiendan no hacer esfuerzos al aire libre los días de “gran contaminación”.
Además, recalcan la importancia de llevar a cabo ciertas medidas: tener una “buena adherencia” a los tratamientos, “evitar hábitos tóxicos” como el
tabaco, realizar actividad física regular en función de las capacidades de la persona y mantener en regla la
vacunación según las recomendaciones sanitarias.
“Los datos del estudio muestran que es posible disminuir el número de exacerbaciones y mejorar el control de la enfermedad con medidas de control ambiental. Es difícil la aplicación habitual de estas medidas, pero sí debemos tomar las comentadas anteriormente e insistir en
disminuir la contaminación de nuestras ciudades como aspecto básico para mejorar estas y otras enfermedades”, argumenta Galán.
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