Francisca Lourdes Márquez Pérez.
Las
campañas antitabaco que se difunden a través de los
medios de comunicación contribuyen a “
desnormalizar”
la conducta de fumar. Desde el punto de vista de su impacto en la salud, se ha comprobado que aumentan los
intentos de abandono y las
tasas de cesación tabáquica, mientras que, desde el punto de vista económico, son
coste-efectivas.
Así lo afirma
Francisca Lourdes Márquez Pérez, neumóloga y directora del Comité de Calidad Asistencial de Separ, durante la 24 Reunión de Invierno Áreas Conjunta Separ, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (
Separ).
“La
publicidad del tabaco incrementa la probabilidad de que los
adolescentes comiencen a fumar”, advierte la Márquez Pérez. La sociedad recuerda que el tabaquismo afecta al 30 por ciento de la población adulta y que la edad de inicio se sitúa en los
13 años.
Actualmente, los que más fuman en España son los adultos de entre los 24 y los 34 años. También destacan que
cada año fallecen en el país alrededor de
60.000 personas como consecuencia del tabaco, lo que supone el
15 por ciento de las muertes registradas en el país.
A mayor gasto mensual en campañas, mayores tasas de éxito de abandono
Se ha constatado que las campañas antitabaco pueden contribuir a “promover la cesación, reducir la posibilidad de inicio y tener una gran influencia sobre el
apoyo de la población para las intervenciones en tabaco”, señala Márquez Pérez. Y añade: “Sirven para 'desnormalizar' la conducta de fumar, porque producen un
cambio de percepción social acerca del tabaco,
reducen su consumo, ayudan a realizar cambios hacia
actitudes positivas e impactan sobre el
tabaquismo pasivo”.
Cada año fallecen en España alrededor de 60.000 personas a consecuencia del tabaco
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Entre los estudios más recientes destaca uno efectuado en Inglaterra y publicado en
Tobacco Control en 2017, que evaluó durante ocho años el impacto de las campañas antitabaco de los
mass media ingleses en la cesación tabáquica. Demostró que, entre 2008 y 2016, un
mayor gasto mensual en campañas de medios de comunicación de control del tabaco se asoció con
mayores tasas de éxito de abandono.
En particular, se observó que un impacto de un 10 por ciento de media mensual en gastos en campañas se asocia con un aumento de 0,5 por ciento en intentos exitosos de abandono.
La
inversión de un 1.138.600 euros se tradujo en
2.550 exfumadores permanentes,
2.930 años de vida ganados y un
ahorro de costes de 391,60 euros por año de vida. Márquez Pérez destaca que “dejar de fumar beneficia económicamente tanto al fumador como a la sociedad”.
Una campaña nacional de salud pública produce un cambio sustancial
Estos datos se sitúan en la línea de los hallazgos de otro estudio inglés anterior, publicado en
Drug and Alcohol Dependence, que evaluó el resultado de la campaña nacional 'Stoptober' para dejar de fumar basada en la
teoría del cambio de comportamiento lanzada tanto en medios tradicionales como en los nuevos.
Esta campaña intentó iniciar un movimiento en el que los fumadores renunciaran al tabaco al mismo tiempo en respuesta a un
desencadenante de abandono masivo positivo. Los fumadores teníán el objetivo marcado de no fumar en octubre.
Los datos sobre los intentos de abandono se obtuvieron de 31.566 fumadores mediante encuestas nacionales realizadas mensualmente entre 2007 y 2012. En 2012, hubo un
aumento de aproximadamente
50 por ciento de intentos de dejar de fumar en octubre en comparación con otros meses del mismo año.
'Stoptober' generó
350.000 intentos de abandono adicionales y demostró que diseñar una
campaña nacional de salud pública con un objetivo conductual claro, utilizando
principios psicológicos clave, puede producir un
cambio sustancial en el comportamiento de la población respecto al tabaco y traducirse en un impacto favorable en la salud pública.
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