Joan B. Soriano.
8 may. 2017 20:50H
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Dentro del panorama desolador creado por la crisis económica de finales de la década pasada, hay al menos una consecuencia positiva: la pérdida del poder adquisitivo de la ciudadanía ha reducido el consumo de tabaco y la contaminación procedente de fábricas y coches, afirma Joan B. Soriano, epidemiólogo y asesor científico de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
“Si bien en los años precedentes a la crisis, del 2004 al 2007, la caída del consumo ya había sufrido un descenso del 7 por ciento, entre los años 2008 y 201 la reduccióin fue del 34 por ciento”, explica, matizando que “es probable que en este descenso influyera también la Ley antitabaco de 2006 que restringía el consumo en espacios públicos”.
Según datos de la OMS, la prevalencia de fumadores es de un 30,3 por ciento (33 por ciento en hombres y 27,8 por ciento en mujeres). No obstante, en la franja de edad entre los 14 y los 18 años, el consumo de tabaco sube al 32,4 por ciento, siendo las chicas las que más fuman: 36,4 por ciento frente al 28,1 por ciento de los chicos.
Soriano considera el bajo precio del tabaco uno de los principales factores para que su consumo siga siendo alto en nuestro país. El aumento de impuestos y las imágenes de advertencia en los paquetes ayudarían a reducirlo, pero si las condiciones no cambian será muy difícil reducir la prevalencia de fumadores hasta menos del 5 por ciento de la población, objetivo de la OMS para 2050.
Buenos datos para la tuberculosis
Un artículo en The Lancet que contiene estos datos también aborda la situación de la tuberculosis en nuestro país, donde la reducción de casos se considera un éxito. Una combinación de buenos tratamientos y un mayor seguimiento ha hecho disminuir su incidencia. No obstante, los 12 casos por cada 100.000 habitantes siguen por encima de Reino Unido (diez), Francia y Alemania (ocho).
Además, “sigue existiendo un problema de infradiagnóstico que podría elevar la incidencia de casos por cada 100.000 habitantes a quince”, afirma José María García García, director del Programa de Investigación de Tuberculosis de la Separ, “o hasta los 16 que registra el exhaustivo programa de tuberculosis del sistema sanitario catalán”.
El artículo publicado en The Lancet reconoce que la investigación sobre enfermedades respiratorias que se hace en España es muy influyente, manifiesta la Separ en un comunicado. Actualmente, España se reconoce a nivel internacional por su aportación al conocimiento de enfermedades como la tuberculosis, la apnea del sueño, la EPOC, las bronquiectasias o el asma.
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