Los programas educativos de asma dirigidos a los alumnos mejoran su automanejo, pero no el absentismo

Hasta 3 niños por aula sufren asma, síndrome desconocido por sus docentes
Carlos Jiménez Ruiz, presidente de Separ.


8 oct. 2018 12:40H
SE LEE EN 6 minutos
POR REDACCIÓN
El asma afecta dos o tres en cada aula de 25 alumnos y los niños en edad escolar pasan el 30 por ciento de su tiempo en la escuela, por lo que es muy probable que desarrollen síntomas durante el horario lectivo y que en algún momento los profesores tengan que atenderlos. Sin embargo, los docentes españoles tienen conocimientos bastante limitados sobre este síndrome respiratorio y su manejo, según recientes artículos, dos de ellos publicados en Anales de Pediatría y uno en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

El asma es la enfermedad crónica pediátrica más frecuente en los países desarrollados. Su prevalencia es variable en todo el mundo. En España, la prevalencia se sitúa en torno al 10 por ciento, aunque varía y es mayor en el norte y en zonas costeras, puesto que se ha visto que entre el 7,1 y el 12 por ciento de los niños padecen los síntomas característicos de este síndrome.

En el ámbito escolar, se ha estimado que podría haber una media de dos a tres niños por clase con asma en el 2008 –año en que había 500.000 menores de 16 años con asma, según datos del Instituto Nacional de Estadística-, un ratio que aún ha aumentado más, de forma global, se considera que en cada aula de 25 alumnos habría una media de entre dos y tres niños asmáticos.

El 70% de estos niños no están bien atendidos


Durante la etapa escolar, los niños pasan el 30 por ciento de su tiempo en la escuela, al que se le añade el dedicado a las actividades extraescolares, por lo que es muy probable que desarrollen síntomas en horario lectivo. Además, a pesar de haber sido diagnosticados y de recibir tratamiento, la mayoría de estos niños no alcanzan un control deseable del asma y se ha estimado que el 70 por ciento no están bien controlados, según datos publicados en Archivos de Bronconeumología. Por ello, estos niños tienen un importante nivel de absentismo escolar y limitaciones de su actividad, lo que puede repercutir en su rendimiento escolar y en su calidad de vida.


Los niños pueden desarrollar síntomas durante el horario escolar y necesitan que se les atienda de manera adecuada


“Todo esto significa que en un momento u otro la mayoría de los docentes tendrán que enfrentarse a estos problemas. De hecho, los alumnos afectados por una enfermedad crónica pueden desarrollar síntomas durante el horario escolar y necesitan que se les atienda de forma adecuada. Sin embargo, nos encontramos que con que la mayoría de los centros educativos no disponen en la plantilla de profesionales sanitarios, por lo que es necesario un programa de formación sobre asma para profesores y personal del colegio”, expone Javier Korta, neumólogo pediatra, jefe de la Sección de Neumología Infantil del Hospital Universitario Donostia, de San Sebastián, profesor asociado de Pediatría de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), coautor de los tres artículos citados en Anales de Pediatría y Archivos de Bronconeumología y miembro de Separ. 

Los programas educativos de asma dirigidos a los alumnos mejoran su automanejo, pero no la calidad de vida, el absentismo escolar ni los síntomas nocturnos. Y, más allá de la formación a los alumnos, es preciso formar a los profesores y miembros de la escuela que tendrán que atenderlos durante el horario lectivo.

Formación de los profesores en asma


En España, ha habido pocos estudios sobre la formación que reúne el cuerpo docente en asma.
Uno de ellos es el proyecto EACCE (Estudio sobre el Asma en los Centros Escolares Españoles), publicado en un libro, citado en la literatura médica y también en el editorial “Asma,
educadores y escuela”, en Anales de Pediatría, con el Dr. Korta como coautor.

El estudio Eacce surgió por iniciativa de la Fundación María José Jové y la Fundación BBVA y se realizó con el apoyo de de la SENP (Sociedad Española de Neumología Pediátrica) en 208 colegios de A Coruña, Badajoz, Cataluña, Granada, Madrid, Palma de Mallorca, Tenerife, San Sebastián y Valencia, con la participación de 4.679 profesores, y tenía como objetivo determinar los conocimientos sobre el asma infantil entre los profesores, su manejo por parte de estos en la escuela, así como los recursos organizativos y materiales para atender a los niños afectados.


"Los pediatras de AP tenemos que responsabilizarnos de transmitir de forma eficaz la información necesaria a los centros"


Sus resultados revelaron una importante falta de medios organizativos y materiales para atender a los alumnos con asma y sirvió para emitir recomendaciones para la atención a los niños con asma generalizables y extrapolables a todo el territorio español.

“Los pediatras de Atención Primaria y de atención especializada tenemos que responsabilizarnos de transmitir de forma eficaz la información necesaria destinada a los centros escolares, realizando los informes oportunos y planes de acción individualizados”, destaca el Dr. Korta.

Asimismo, otro estudio en Anales de Pediatría “pone de manifiesto que los profesores no solo poseen un escaso conocimiento sobre asma, sino también su deseo de formarse”, subraya el Korta. En este estudio se observó que la realización de una intervención educativa a los profesores mejoraba su nivel de conocimientos y de manejo del asma, frente a un grupo control. Participaron un total de 138 docentes y 43 del grupo control, pertenecientes a seis centros educativos de San Sebastián (Guipuzkoa), elegidos aleatoriamente, a los que se les proporcionó el cuestionario Newscastle Asthma Knowledge Questionnaire (NAKQ), previamente validado en castellano en el estudio de Archivos de Bronconeumología.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.