El
asma es uno de los
trastornos crónicos más frecuentes a nivel mundial y, aunque la
media europea se sitúa en el 5,5 por ciento de personas mayores de 15 años que advirtieron tener esta
enfermedad respiratoria durante el año 2014, España puede presumir de estar entre los trece países con menos asma (4,5 por ciento), según
los últimos datos publicados por la Comisión Europea.
En cuanto a
género, un 4,9 por ciento de mujeres españolas han asegurado que han padecido asma, incluido el
asma por alergia, en comparación con el
4 por ciento de los hombres.
Por
países, Reino Unido se encuentra a la cabeza con un 9,4 por ciento de su población asmática, y le siguen muy de cerca Finlandia (9,2 por ciento), Irlanda (9) y Francia (8,8). En el final de la lista se encuentran los países del Este, que disminuyen en gran proporción la media. El país con menos población asmática es Rumanía (2 por ciento), y le siguen Lituania y Bulgaria (ambas con un 2,7 por ciento), Estonia (3,1) y Letonia (3,5).
Según destacan los datos de Eurostat, la
educación también influye en esta patología respiratoria. Por ello, la población española con
niveles más bajos de educación está vinculada a las tasas más altas de asma. Un 4,8 por ciento frente al 4,3 por ciento de españoles ricos en educación.
La prevención es posible
Con estos datos la Comisión Europea resalta la importancia que tiene esta patología respiratoria en la salud pública, recuerda que la
prevención es posible y asegura que un correcto
tratamiento puede ser muy eficaz.
En este mismo sentido la
Organización Mundial de la Salud añade que aunque el asma no se puede curar, sí se puede controlar con un tratamiento adecuado gracias al cual los pacientes pueden disfrutar de una buena calidad de vida, como lo corticosteroides inhalados.
Además destaca algunos de los
factores a evitar para reducir las posibilidades de sufrir asma, como los alérgenos, tanto dentro de las viviendas como los ácaros domésticos como los que se encuentran fuera como los pólenes; el humo del tabaco; irritantes químicos o la contaminación atmosférica.
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