José María García.
La actual coexistencia del Covid-19 con la tuberculosis ha influido en una merma en la calidad y la continuidad de la atención a la tuberculosis durante el año 2020. También ha habido menos inversión en investigación y casos de coinfección de ambas enfermedades, que pueden ser graves y de mayor mortalidad según ha advertido la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (
Separ), con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra el próximo 24 marzo, bajo el lema
'El tiempo corre'.
Globalmente,
hubo 10,0 millones de personas que enfermaron de tuberculosis (TB) en 2019 y se registraron 1,2 millones de muertes entre las personas VIH negativas y 208.000 muertes entre personas VIH positivas. Entre los afectados de 15 años o más, el 56 por ciento fueron hombres y el 32 por ciento mujeres y, por debajo de los quince años, hubo un 12 por ciento por cientode niños con tuberculosis. Entre estos hubo un 8,2 por ciento de personas que además tenían VIH, según el Informe Global de Tuberculosis de la OMS, que recoge los últimos datos de la TB en el mundo, que datan de 2020.
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Desde que la OMS declaró la pandemia se ha producido una menor inversión en investigación de la tuberculosis. “Los esfuerzos se han centrado en la lucha contra el Covid-19. Los r
ecursos en investigación pueden disminuir en el caso de la tuberculosis, contra la que se ha de investigar en nuevos fármacos y vacunas. Hay varias vacunas en desarrollo en España, una de ellas en la Universidad de Zaragoza y la Ruti en Barcelona. El rápido desarrollo de la vacuna para el coronavirus ha sido un ejemplo de que el trabajo de la ciencia se efectúa con el apoyo de una fuerte inversión, que también es necesaria frente a la tuberculosis”, ha dicho
José María García, director del PlI (Programa de Investigación Integrado) de Tuberculosis de Separ.
En referencia a la atención a la tuberculosis, la irrupción del Covid-19 ha supuesto una suspensión de la rutina de los servicios de atención sanitaria para la TB en muchos países. Un editorial publicado en
Archivos de Bronconeumología, la revista científica de Separ ha concretado en qué ha consistido este impacto de la Covid-19 en la TB, a la luz de algunos estudios importantes y recientes al respecto. Después de los tres primeros meses de pandemia, se envió una encuesta a 165 países, de los cuales el 42 por ciento informó de
interrupciones parciales en la detección y el tratamiento de los casos de TB.
Varios estudios demuestran la implicación del Covid en la TB
Otro estudio internacional publicado en
Journal Infectious Diseases, realizado por la Global Tuberculosis Network (GTN, por sus siglas en inglés), en 33 centros de 16 países de los cinco continentes, entre ellos España, detectó un decremento de los servicios sanitarios para la tuberculosis durante los primeros cuatro meses de la pandemia, en que muchos países declararon el confinamiento de la población, respecto a los primeros cuatro meses de 2019. En concreto, encontró que el 82 por ciento de los centros mostraron una
reducción de los casos de tuberculosis asociados a las altas hospitalarias; el 84 por ciento, un
a disminución de los casos de TB activa recién diagnosticados; el 95 por ciento, una
disminución de los casos de infección latente de tuberculosis (ILTB); y el 75 y el 81 por ciento de los centros, mostraron m
enos visitas ambulatorias de TB e ILTB.
Después de este confinamiento estricto durante tres meses y una recuperación prolongada de este, se estima que
podría haber 6,3 millones de casos adicionales de TB entre 2020 y 2025 y 1,4 millones de muertes adicionales que implicaría una regresión de entre cinco y ocho años en la lucha contra la tuberculosis, según un documento de la OMS con consideraciones sobre el impacto del Covid-19 en la atención a la TB.
"El Covid-19 y la tuberculosis pueden coexistir y ser difíciles de diferenciar"
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El infradiagnóstico y el retraso diagnóstico de la tuberculosis, que se han producido durante la pandemia también están detrás de este empeoramiento de los datos epidemiológicos en esta enfermedad, pues se estima que una
reducción de la detección global de la enfermedad en tres meses puede conducir a un 13 por ciento en el incremento de muertes, lo que significa regresar a las cifras de mortalidad que se registraron en 2015, según se informa en el editorial de
Archivos de Bronconeumología.
Desde el punto de vista del manejo clínico, el "Covid-19 y la TB son enfermedades parecidas.
Ambas pueden coexistir y pueden difíciles de diferenciar porque tienen síntomas comunes, como l
a tos, la fiebre y la disnea. La coexistencia de ambas enfermedades en una persona agrava la situación, pues hay estudios que demuestran que hay un aumento de la mortalidad cuando coexisten ambas enfermedades”, ha destacado García.
La
experiencia de Covid-19 y tuberculosis concomitantes es todavía muy limitada, hasta el punto de que el primer estudio de una cohorte de esta coinfección, impulsado por la Global Tuberculosis Network (GTN) y publicado en la prestigiosa revista
European Respiratory Journal, se basa en una cohorte de solo 49 pacientes con Covid-19 y TB, de los cuales 42 (el 85,7 por ciento) tenían TB activa y 7 (14,3 por ciento) habían requerido un tratamiento de secuelas post-TB. Entre estos pacientes co
n secuelas post-TB, la mortalidad fue mayor, aunque no estadísticamente significativa, pues se necesitan estudios de muestras más amplias y para determinar cómo una enfermedad influye en la otra.
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