Carlos Cabrera, neumólogo en el Hospital Negrín y presidente de la Alianza Médica contra el Cambio Climático.
“El cuatro por ciento de la huella de carbono nacional proviene del sistema sanitario”, apunta el neumólogo Carlos Cabrera. Trabaja en el Hospital Universitario de Gran Canaria
Doctor Negrín y actualmente encabeza a la
Alianza Médica contra el Cambio Climático, un proyecto
pionero en España. El facultativo, junto al resto de sociedades que se han ido adhiriendo durante meses a la iniciativa, advierte de que lo más importante es concienciar sobre la necesidad frenar el calentamiento global desde el ámbito de la sanidad porque
“el objetivo es descarbonizar el Sistema Nacional Español (SNS)”, admite en declaraciones a
Redacción Médica.
"Hemos conseguido
crear un frente médico unido, algo que es muy importante cuando uno quiere posicionarse para poder impulsar cambios y coger peso", asume el facultativo. La Alianza ya tiene varias sociedades científicas adheridas y cuenta también con el
Consejo General del Colegio de Médicos, aunque parece que el proyecto solo está empezando a crecer porque la idea es dejar las cosas claras a los que "pueden cambiar las reglas del juego para hacer una
medicina sostenible", añade.
El primer paso es la concienciación, "que la gente lo entienda porque
a veces el conocimiento del cambio climático en medicina es muy general, pero es importante saber que hay mucha urgencia", analiza Cabrera. Por eso han empezado unas jornadas de formación, con seminarios y charlas para intentar e
xplicar lo que realmente es la huella de carbono en el sistema sanitario y, sobre todo, qué acciones pueden hacer los médicos para tratar de reducirlo.
Energías renovables en el SNS
Aunque tal vez tarden un tiempo para intentar llegar al máximo número de médicos posible, desde la Alianza ya tienen varios proyectos ideados. Todo pasa por
desglosar los porcentajes dentro de esa huella de carbono por fases para poder diferenciarlas mejor. "Cuando se mide la huella de carbono del SNS, aproximadamente un
17 por ciento corresponde a lo que se conoce como el alcance uno, lo que se consume en los centros de salud, las ambulancias… Después hay un
12 por ciento que es la energía que se consume en el sistema, es decir, el alcance dos. Y luego el resto,
el tres, viene por los suministros al SNS, pero también por los usuarios, como pueden ser los viajes, por ejemplo", analiza.
Consideran que la formación es
casi igual de importante que la implantación de unas medidas que todavía no están en marcha, pero sí pensadas para un futuro próximo. Lo primero, explica el neumólogo, es intentar utilizar
energías renovables aunque considera que "eso es cuestión del Gobierno central".
"Otra cosa son medidas locales dentro del SNS. Por ejemplo, que en 2027 solo los vehículos con cero emisiones puedan entrar en los hospitales.
También reducir la huella de carbono en los establecimientos de ámbito sanitario, por ejemplo cambiar las bombillas a unas de bajo consumo, tener paneles solares…", añade, a la par que admite que en esta cuestión el Hospital Negrín es pionero, intentando adaptar las energías renovables a sus prácticas diarias.
Una cuestión de ética médica
"Por
ética, los médicos no deberían trabajar
en un entorno que contribuya al aumento del calentamiento global y los sistemas sanitarios son
maquinarias muy pesadas y grandes empresas que aumentan la huella de carbono nacional", explica el neumólogo canario. "Nosotros nos dedicamos a preservar la salud de la población, pero también estamos contribuyendo de forma indirecta a la
pérdida de la salud de la población y a la
desestabilización de los enfermos con patologías crónicas", indaga en su proyecto.
La comparación con otros países más avanzados en la temática, como puede ser
Reino Unido, es casi inevitable. "Tienen planteado un mapa para
llegar a una sanidad de cero emisiones en 2035 o 2040... ese tal vez es el objetivo más grande que nos hemos planteado", añade Cabrera. En Canarias hay una campaña en marcha para tratar de que esto sea posible en las Islas en alrededor de siete u ocho años, que incluye la utilización de energías renovables o disminuir el consumo en hospitales. La idea es que el resto de sistemas sanitarios españoles puedan coger el ejemplo.
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