Enrique Roviralta, a la izquierda, durante una de las protestas de los médicos ceutíes.
Puede que aún no sea muy grande, pero los
médicos de Ceuta y Melilla han avistado en el nuevo
Ministerio de Sanidad un resquicio de oportunidad para poner fin, definitivamente, a la
huelga en el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa). Por el momento los sindicatos se mantienen “vigilantes” ante los pasos del gabinete de Mónica García, a la que piden “algo más que palabras” para dar por cerrado el conflicto. En primer lugar, exigen “reconocimiento y respeto” por parte de los gerentes del Ingesa. Pero también medidas más ‘tangibles’ que pasan, esencialmente, por tres
mejoras laborales para los profesionales.
“Lo que nos separa del fin de la huelga es lo que nos debería unir, el
Ingesa”, sostiene
Enrique Roviralta, presidente del
Sindicato Médico de Ceuta, quien supedita la deriva de la tregua concedida a Sanidad a un
“cambio de actitud” en el Ingesa. “Hay una mala gestión y un problema de desprecio hacia la profesión médica. Por mucho que la administración diga que el sistema es robusto, nuestros pacientes llevan meses para acceder a especialidades como la Traumatología”, sostiene.
Demandas de los médicos para acabar con la huelga
En declaraciones a
Redacción Médica, el también especialista en
Otorrinolaringología reconoce haber detectado un “mínimo cambio de talante en la nueva ministra (
Mónica García) respecto a sus predecesores”, y por ello le han dado cierto
“oxígeno” para que despliegue las medidas necesarias para mejorar las condiciones laborales de los médicos del Ingesa. Roviralta urge a abordar tres de ellos para acabar con los paros de forma definitiva: actualizar el
pago de las guardias, “que
lleva 22 años congelado”; ratificar los complementos por puestos de difícil cobertura; y despenalizar la compatibilidad del ejercicio público con el privado.
“Son tres propuestas razonables que se podrían acompañar de otras medidas, pero que tienen un solo objetivo: captar y fidelizar médicos para las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla”, sentencia.
La posibilidad de
transferir la competencia de la sanidad a Ceuta es otro cantar. El Gobierno de Melilla “ha sido valiente y ya lo ha pedido”, recuerda Roviralta. Pero el facultativo aboga por dar algo de tiempo a Sanidad para confirmar que sus intenciones son sólidas. “Lo acuciante es que en Ceuta tenemos la
peor ratio de médicos por habitante, que la esperanza de vida es la peor de España y que el
pago de las guardias es mucho más bajo que en otras autonomías. Son datos demoledores que no se pueden barrer debajo de la alfombra”, concluye.
Nueva tregua en el Ingesa
El pasado viernes entró en vigor la
nueva tregua de los médicos de Ceuta y Melilla al Ingesa. Según avanzó la ministra García, entre las medidas que han permitido este ‘alto el fuego’ se encuentran las mejoras del Hospital Universitario de Ceuta, que “contará con una nueva
sala de hemodinámica y un robot de cirugía” para procesos de oncología. “Pronto” se instalará también una plataforma para helicópteros “que facilitará el traslado de pacientes y un edificio que albergará el
Centro Nacional de Dosimetría”.
En Melilla, el Ministerio de Sanidad ha invertido más de 100 millones de euros para la construcción del
nuevo Hospital Universitario. Este dispondrá de instalaciones para ampliar la cartera de servicios como una unidad de hospitalización psiquiátrica con 14 camas y un hospital de día psiquiátrico, siete unidades de trabajo de parto y recuperación y equipamiento de última generación.
En cualquier caso, los sindicatos melillenses advierten de que queda mucho terreno que recorrer para el fin de la huelga: "La hemos suspendido de momento (la huelga) solo por el talante proactivo que ha demostrado la ministra, pero
no han dado ninguna de las cosas que pedíamos", apunta a
Redacción Médica la presidenta del Sindicato Médico de Melilla (SMM), Elisabeth García.
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