Sede del Ministerio de Sanidad.
Los ministerios de
Sanidad y de
Ciencia, Innovación y Universidades dan el visto bueno al
taichí como técnica beneficiosa para personas con
patologías osteomusculares y alertan, especialmente, sobre los riesgos para la salud de la
vacuoterapia y la
aromaterapia. Son las principales conclusiones de los ocho nuevos informes para combatir las pseudoterapias elaborados por la
Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (SNS), y publicados este jueves.
Además de las tres mencionadas, se han analizado el chi-kung, la luminoterapia, el zerobalancing, la respiración consciente y la inducción de sensaciones corporales, en todas las cuales no se han hallado evidencias científicas suficientes para validar su práctica clínica. Los ocho nuevos informes sobre
pseudoterapias se incorporan a los que ya estaban incluidos en la web de RedETS y en el portal
#CoNprueba, la marca del
Gobierno de España. que engloba las
iniciativas frente a las pseudociencias y las pseudoterapias.
Vacuoterapia (cupping o terapia con ventosas)
En el informe como vacuoterapia se indica que no es posible recomendar su uso clínico para el tratamiento de
patología osteomuscular con síntomas como dolor cervical, lumbar, gonartrosis y fibromialgia, entre otros. Se destaca la baja calidad metodológica de los estudios que existen al respecto y su alto “riesgo de sesgo”. Por todo ello, no puede considerarse segura la práctica con ventosas.
De hecho, sí que se han descrito riesgos inherentes a la aplicación de la técnica en el cuerpo humano, “dado los efectos directos sobre la piel y los músculos”, aunque, dependiendo de la prudencia del terapeuta, pueden considerarse riesgos bajos. “La vacuoterapia es una
técnica invasiva sobre la piel que rompe la barrera epidérmica mediante el vacío o la escarificación, por lo que es necesario garantizar que no haya posibilidad de transmisión de gérmenes e
infecciones virales”, concluye el estudio.
Taichí
En relación al taichí, se indica que la calidad de las revisiones sistemáticas que se han encontrado es “moderada-alta”, no así los estudios incluidos en estas por su “alto riesgo de sesgo”. En cualquier caso, se destaca que, como actividad física para tratar
patologías del área osteomuscular, principalmente, el taichí “resulta beneficioso respecto al bienestar percibido y a diversas funciones como la reducción del dolor”.
Además, se señala que también puede ser positivo a la hora de mejorar algún aspecto de la calidad de vida de pacientes con
cáncer, demencia, deterioro cognitivo e insomnio. En cualquier caso, “la mejoría percibida o el efecto neutro” de esta técnica sugiere que su beneficio va ligado a la
práctica de actividad física.
Luminoterapia
Los estudios incluidos en el análisis son de calidad moderada, por lo que, según Sanidad y Ciencia, “no permiten hacer conclusiones definitivas” sobre su uso para tratar
patologías mentales. Aunque se destaca que las intervenciones con luminoterapia son “bien toleradas” por los pacientes y la evidencia de los estudios revisados “no ha reportado efectos adversos”, la evidencia sobre su eficacia es “limitada”, por lo que “no apoya su uso como tratamiento no farmacológico para personas con diferentes condiciones clínicas de salud mental”.
Respiración consciente
La respiración consciente es una pseudoterapia que consiste en “estar presente de forma plena en el momento en que se realiza la respiración y sentir los efectos de esta sobre el cuerpo”. En el estudio se advierte sobre la baja calidad metodológica global de la
evidencia científica que se ha identificado al respecto.
Aunque, en lo referente a la
salud mental, “podría ser eficaz en la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión”, y en el entorno paliativo podría mejorar la angustia, el malestar y los niveles de depresión y ansiedad, “no se ha encontrado un efecto beneficioso en otras variables como el dolor”, y los resultados en la disnea y las náuseas son “dispares”. Por ello, se indica que los estudios sobre esta técnica han de interpretarse “con cautela”, si bien no existe garantía de que una eficacia suficiente como para extrapolarla a la práctica clínica.
Chi-kung/qigong
Se destaca que los estudios sobre esta práctica son de baja calidad, por lo que se invita a coger con pinzas las conclusiones que se extraen de estos. Aun así, se indica que la introducción del chi-kung en la cultura occidental como ejercicio “y sin necesidad de mezclar con el concepto acientífico de la energía vital”, podría tener el beneficio propio de una actividad física de bajo impacto sobre las personas con
enfermedades osteomusculares y en aquellas donde pueda contribuir a disminuir los niveles de estrés y mejorar la calidad de vida. Además, no parece suponer un riesgo para quienes lo practiquen.
Zerobalancing
Se trata de una técnica o modalidad de trabajo corporal y manual mente/cuerpo “con pretendida finalidad sanitaria” para personas ancianas u otras que han sufrido un evento traumático. Se encontró una revisión sistemática de calidad alta en la que se concluye que no existe ningún estudio sobre su efecto para reducir
dolor en mujeres durante el parto. Por todo ello, con la información hoy disponible sobre esta práctica, no existe evidencia científica sobre su seguridad y eficacia en ninguna condición clínica.
Aromaterapia
Sobre el uso de la aromaterapia para el control de la ansiedad, la frecuencia respiratoria y el ritmo cardiaco en
enfermedades cardiovasculares y el dolor en
dismenorrea, se explica que la mayoría de estudios primarios incluidos en las revisiones “tienen importantes limitaciones metodológicas y un riesgo de sesgo entre moderado y alto”. Además, los resultados en algunos ámbitos son “heterogéneos e inconsistentes”, por lo que la calidad de su evidencia científica “es baja”. Es más, se han identificado algunos efectos adversos asociados al uso de la aromaterapia, aunque leves en todos los casos.
Relajación basada en inducción de sensaciones corporales
En el informe se detalla que el entrenamiento autógeno es la única
técnica de relajación basada en la inducción de sensaciones corporales que dispone de evidencia publicada, pero, sin embargo, cuenta con muy pocos estudios para cada condición clínica evaluada. Además, el riesgo de sesgo de los estudios identificados “es alto o incierto”.
A pesar de que se indica que este tipo de relajación podría producir “algún efecto beneficioso sobre los niveles de ansiedad y depresión”, sin embargo, no está clara su relevancia clínica. De hecho, cuando se compara con otras técnicas como el biofeedback, la
psicoterapia y la realidad virtual, se han obtenido peores resultados en algunos casos. Aunque apenas hay estudios que hablen de efectos adversos, se advierte de que es necesario seguir evaluando la seguridad de estas técnicas.
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