Ministerio de Sanidad.
La '
Estrategia Global del Sector de la Salud para la prevención de VIH, ITS y hepatitis virales 2022-2030', a la que ha tenido acceso
Redacción Médica, integra por primera vez todas estas infecciones en un mismo plan para optimizar su impacto. Además, contempla el impulso a la
formación de los profesionales sanitarios en prevención y tratamiento.
"Promueve
el fortalecimiento de los sistemas sanitarios existentes y el impulso de la
Atención Primaria, así como la atención al VIH y a otras ITS que, de manera integrada, constituyen la base sobre la cual poder alcanzar para el año 2030 los ambiciosos objetivos de cero complicaciones y muertes relacionadas con las ITS, cero discriminación asociada a las ITS y acceso universal a los sistemas de prevención y tratamiento de ITS en la población", afirma el Ministerio de Sanidad en su documento.
Este marco estratégico, relata Sanidad, se complementará con un marco operativo anual que ayudará a concretar las acciones a realizar cada año con el fin del alcanzar los objetivos planteados en el Plan. Se trata del quinto Plan elaborado por el
Ministerio de Sanidad y fue iniciado en un contexto marcado por la
pandemia de la Covid-19. Por ello, afirma el Ministerio, "incorpora tanto acciones para evaluar, prevenir y paliar el impacto de la pandemia en las personas con infección por el VIH y otras ITS, como aprendizajes que ésta ha generado en estrategias innovadoras relacionadas con la prevención, la detección y la atención".
Este Plan incorpora por primera vez una
propuesta ambiciosa para la prevención y control de las otras ITS, integrada y diferenciada de las acciones específicas para el VIH; e incorpora como enfoques transversales: el enfoque de derechos, género, situación migratoria y diversidad sexual, el enfoque de determinantes sociales de la salud y el enfoque de participación comunitaria y acciones basadas en la evidencia científica y la innovación.
Papel de los sanitarios en el plan de Sanidad frente a las ITS
Uno de los objetivos de la estrategia es la implementación de la
Profilaxis Pre-exposición y del Sistema de Información de Programas de Profilaxis Pre-exposición (SIPrEP) en las CCAA, una intervención recomendada por ONUSIDA para lograr las metas propuestas en el ODS 3 en 2030 e incluida el 30 de septiembre de 2019 en la prestación farmacéutica financiada por el
Sistema Nacional de Salud.
En este aspecto, describe el Ministerio, "se fomentará la formación a los profesionales sanitarios – de diferentes ámbitos y especialidades, incluyendo la
Atención Primaria y las Urgencias Hospitalarias - y socio-sanitarios (centros de protección de menores, centros educativos para la ejecución de medidas judiciales, etc.) para orientar la derivación y el uso de la PrEP. Se impulsará la investigación sobre nuevos
fármacos preventivos y diferentes presentaciones frente al VIH (fármacos de acción prolongada, parches, vacunas…)".
También hace extensiva la formación de los profesionales para la promoción de la
Profilaxis Post-exposición frente al VIH: "Se potenciará la disponibilidad de la PPE en los centros sanitarios para aquellas personas en riesgo de infección por el VIH, incluyendo la urgencia hospitalaria de adultos e infantil y la derivación desde la Atención Primaria". Además, "se fomentará la formación a profesionales sanitarios de Atención Primaria, Medicina Preventiva, Urgencias y socio-sanitarios para orientar la derivación y el uso de la PPE" .
El Ministerio también aboga por la realización de un
abordaje multidisciplinar del chemsex y advierte que "la práctica intensiva y continuada de chemsex puede facilitar no solo la transmisión sexual del VIH y otras ITS, sino también ocasionar otros problemas y complicaciones para la salud física, mental y social de las personas que la realizan".
Por este motivo, "se fomentará la formación de profesionales sanitarios y socio-sanitarios en aspectos de chemsex, así como su incorporación en los planes de estudio y en la formación dirigida a profesionales en las administraciones públicas; y se desarrollarán y reforzarán los sistemas de información y las herramientas de vigilancia epidemiológica para analizar el fenómeno del chemsex, sus patrones y tendencias y su impacto en la salud de las personas y en la salud pública".
Además, se trabajará en la
simplificación del circuito asistencial para el usuario, "incluyendo consultas integradas, prestadas por parte de diferentes profesionales en un mismo espacio".
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