Silvia Calzón.
El Ministerio de Sanidad rechaza referirse a la posibilidad de
hacer obligatoria la vacuna contra el coronavirus para los trabajadores de residencias de mayores, que atraviesan una situación delicada en esta quinta ola Covid. Sin embargo, sí reconoce abiertamente que debe
promoverse “de forma activa” la inmunización de estos profesionales. Bajo este fin, el Gobierno ha tomado la decisión de someter a al menos dos pruebas semanales a aquellos trabajadores que rechacen vacunarse.
Así lo establece en el nuevo
documento sobre las nuevas medidas en residencias de mayores, en el que asume que, si bien el número de casos y fallecidos en estos centros “ha descendido de forma considerable desde el mes de marzo de 2021”, cuando concluyó la campaña de vacunación de los residentes, “en las últimas semanas
la incidencia en este grupo ha vuelto a aumentar”.
Los datos son poco alentadores: en junio no se alcanzaba la centena de contagiados en residencias, y la última semana
se notificaron 1.150 casos. Además,
71 personas murieron cuando hace apenas un mes
no se comunicó ninguna muerte a causa del Covid-19.
“
La vacuna es muy efectiva pero no alcanza el 100 por ciento, por lo que en situaciones de alta transmisión comunitaria el riesgo de que aparezcan casos entre los mayores vacunados pero no inmunizados es alto, si no se toman las debidas precauciones” apuna el Ministerio de Sanidad, que, más allá de la recomendación de
extremar las medidas de higiene y prevención, también marca los pasos a seguir para los trabajadores de este tipo de centros.
En este sentido, el área que dirige Carolina Darias ha anunciado qu
e recomendará “activamente la vacunación al personal de nuevo ingreso”, ya que, añade, “un nuevo trabajador no debería incorporarse en un centro residencial hasta haber iniciado su pauta de vacunación salvo que sea estrictamente necesario”. “Si este es el caso,
se programará su vacunación lo antes posible y extremarán las medidas de precaución hasta completar la pauta de vacunación”, apunta.
Búsqueda de causas del rechazo a la vacuna
Para los trabajadores que ya se encuentran en plantilla pero que no están vacunados, el Gobierno informa de que se reforzarán las medidas de prevención y control de transmisión, “en particular el uso de
equipos de protección individual (EPI) respiratoria adecuados durante la jornada laboral”.
Pero también en este caso indica que se debe “promover de forma activa la vacunación entre trabajadores, identificar las causas que reducen el acceso o la aceptación de la misma y desarrollar
estrategias para incrementar al máximo las coberturas en este colectivo”, defiende.
“En trabajadores que rechacen la vacuna o que no hayan completado su vacunación, se realizará, aprovechando entre otros los recursos de los centros, control de temperatura diaria y PDIA de forma regular (mínimo 2 veces por semana), como medida específica de evaluación del riesgo y de prevención en estas personas trabajadoras, habida cuenta del riesgo a terceros que supone esta situación.
También se podrá valorar el cambio de puesto de trabajo”, concluye.
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