Sanidad implantará un control de riesgo añadido al prescribir opioides

El Ministerio de Sanidad ha anunciado la puesta en marcha de una herramienta para la valoración del riesgo en la prescripción de opioides, como parte de su estrategia para frenar el abuso y la adicción a estos analgésicos. Se trata de una iniciativa que se enmarca dentro del Plan de optimización de la utilización de analgésicos opioides en el dolor crónico no oncológico, cuyo objetivo es reducir los riesgos asociados a estos medicamentos sin comprometer el alivio del dolor de los pacientes.

Esta medida, publicada por el Gobierno en una de sus últimas respuestas parlamentarias, forma parte del Plan de optimización del uso de analgésicos opioides, que pretende garantizar un uso racional y seguro de estos medicamentos en el Sistema Nacional de Salud (SNS). La herramienta de valoración del riesgo permitirá a los médicos evaluar de manera más precisa cada caso antes de prescribir opioides, minimizando los riesgos asociados.

Control del abuso de opioides

El abuso de opioides es un problema de salud pública que ha generado alarma en distintos países, incluyendo España. Aunque el consumo de estos fármacos en el país no ha alcanzado los niveles observados en Estados Unidos, donde la crisis de opioides ha provocado miles de muertes por sobredosis, su uso indebido y la dependencia continúan siendo motivo de preocupación.

En este contexto, el Ministerio de Sanidad ha adoptado diversas medidas de control sobre los opioides “más potentes”, como el fentanilo de liberación rápida, con el objetivo de “reducir ingresos hospitalarios relacionados con su abuso” y prevenir el desarrollo de adicciones. La nueva herramienta de valoración del riesgo llega para reforzar estas medidas.

Esta iniciativa se suma a las recomendaciones ya establecidas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), que ha emitido advertencias sobre el uso prolongado y en dosis superiores a las recomendadas de combinaciones de codeína e ibuprofeno.

Uso de opioides en dolor crónico

El uso de opioides en patologías como la fibromialgia y otras enfermedades crónicas ha generado un intenso debate entre los profesionales sanitarios. Mientras que algunos sectores advierten sobre un posible uso inadecuado, otros defienden su papel clave en el tratamiento del dolor.

El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (Cpfcm) y la Sociedad Española del Dolor (SED) ya han expresado en otras ocasiones su preocupación por la prescripción excesiva de estos fármacos en el manejo del dolor crónico. En contraposición, desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) descartan que el SNS esté en una situación alarmante en este sentido.

Disminución del gasto farmacéutico

Otro de los aspectos que aborda la respuesta parlamentaria es la evolución del gasto farmacéutico en 2023, que ha logrado contenerse en comparación con años anteriores. Entre los factores que han contribuido a esta moderación destacan la promoción del “uso racional de medicamentos” y la implementación de medidas regulatorias a nivel nacional y autonómico.

El paracetamol se ha mantenido como el principio activo más consumido en envases con cargo al SNS, aunque su dosis habitante día (DHD) ha descendido en 2023 respecto a 2022. A pesar de que existen alternativas terapéuticas, sigue siendo el analgésico de elección por su perfil de “seguridad” y su menor coste en comparación con otros tratamientos.

Uso responsable de psicofármacos

El Gobierno también informa de que en 2023 se ha conseguido reducir el incremento del consumo de psicofármacos facturados en oficinas de farmacia a través de recetas médicas oficiales del SNS. Esta contención se atribuye a la Estrategia de Salud Mental que el Ministerio de Sanidad está desarrollando en colaboración con comunidades autónomas y mutualidades.

La respuesta parlamentaria también recoge algunos de los principales factores que influyen en el gasto farmacéutico. Entre ellos, se destaca el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, que han incrementado la demanda de tratamientos para enfermedades crónicas. Patologías como las cardiovasculares, la diabetes, las afecciones respiratorias y los trastornos de salud mental han impulsado el consumo de fármacos en los últimos años.

Además, el crecimiento en el uso de medicamentos innovadores en el ámbito hospitalario, como los antineoplásicos, inmunosupresores y medicamentos huérfanos, ha tenido un impacto significativo en la factura farmacéutica del SNS.