Sanidad diseña exámenes OPE con más complejidad para médicos y enfermeros

El Ministerio de Sanidad ya tiene listo el diseño de los exámenes para los sanitarios que aspiren a conseguir una plaza fija en alguna de las áreas que dependen del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) mediante un proceso de concurso-oposición. Los autores han definido un formato que combina preguntas de tipo test con la resolución de casos prácticos, pero que se adaptará en función de cada perfil profesional.

La hoja de ruta, a la que ha accedido Redacción Médica, no establece ninguna diferencia entre médicos y enfermeros, ya que el modelo es idéntico para todo el grueso de perfiles sanitarios que se conforman los grupos A1 y A2 de las categorías profesionales. En ambos casos, deberán responder a una batería de 110 preguntas tipo test con cuatro respuestas posibles diferentes, de las que solo una es correcta. Las últimas 10 tendrán un carácter diferenciado con respecto a otros aspirantes con grado universitario que no sea de Ciencias de la Salud como, por ejemplo, un ingeniero. 

Además, tanto los perfiles de sanitarios como los que no lo son tendrán que hacer frente a la resolución de un caso práctico en el que demostrarán sus competencias. En alguna de estas categorías los evaluadores podrán acompañar el texto de imágenes que sirvan a los participantes de la oposición para la resolución de las preguntas. 

El Ingesa también ha elaborado un modelo particular para los profesionales enclavados en los grupos C1 y C2, como los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), los celadores o los conductores. En este caso, deberán hacer frente a un total de 54 preguntas de tipo test, pero solo con tres respuestas posibles. Y también resolverán un caso práctico.

En última instancia, los responsables del concurso-oposición del Ingesa también han desarrollado una plantilla de cuestionario para el resto de agrupaciones profesionales que no encuadre en ninguna de estas categorías. La prueba será mucho más sencilla y solo exigirá la resolución de 20 preguntas de tipo test con tres opciones posibles. En este escenario, no habrá caso práctico sobre la mesa.

La oposición del Ingesa, a concurso público

El Ministerio de Sanidad ya está buscando además a una empresa que se encargue de todos los aspectos técnicos para facilitar el desarrollo de la prueba, incluido el propio proceso de corrección de los cuestionarios del examen o el servicio de transporte en “especial seguridad” de todo el material necesario para su desarrollo. La contratación se ha sacado a concurso público con dos lotes diferenciados.

El pliego de condiciones fija también una serie de condiciones para evitar posibles conflictos. La empresa dispondrá de apenas 7 días hábiles antes de la prueba de oposición para imprimir los exámenes, que contarán con un diseño imposible de vulnerar. “Los cuestionarios estarán precintados individualmente con un sistema que permita garantizar la apertura simultánea del cuestionario por parte de todos los aspirantes, sin que pueda ser visible ni siquiera parcialmente el contenido del mismo hasta el instante en el que se permita su apertura”, han advertido.

La empresa adjudicataria contará con un plazo máximo de una semana para corregir de forma mecanizada los exámenes, una vez que se haya completado la prueba. Este proceso se realizará garantizando el “anonimato”, mediante un proceso de lectura óptico-electrónica que sea capaz de analizar las marcas y anulaciones realizadas a bolígrafo por los aspirantes. Será también la compañía la que publique las listas oficiales de admitidos con la suma de puntuación por experiencia, previa revisión del Ministerio de Sanidad.