Juan Fernando Muñoz, secretario general de Salud Digital
El
Ministerio de Sanidad ya ha sentado las bases para dar forma a un
nuevo modelo de historiales clínicos que se integrará en el Sistema Nacional de Salud (SNS). El objetivo es reformar la fórmula actual para garantizar que los documentos sean
interoperables y estén al alcance de los principales centros que conforman la red sanitaria. Para eso, ya han avanzado que actualizarán el
Real Decreto de 2010 que establece los datos mínimos que deben figurar en los informes.
El Gobierno ha sacado a
consulta pública esta iniciativa con el objetivo de sondear a los principales actores del sector sanitario sobre este nuevo cambio. El periodo para la presentación de las alegaciones vence este lunes,
27 de junio, lo que permitirá avanzar en la redacción del texto que se presentará al
Consejo de Ministros, en función de las aportaciones presentadas por sociedades científicas o sindicatos.
El documento de audiencia pública ha subrayado que la finalidad es acabar con algunos de los déficits que presenta la anterior normativa, ya que no permite conectar a
"las estructuras de información con el conocimiento". Si el plan avanza según la hoja de ruta prevista, ahora los informes sí que reunirán “terminologías médicas”.
“Pasados cerca de 12 años desde su aprobación,
es necesario hacer una revisión de los modelos de información clínica del Real Decreto 1093/2010 que dé respuesta a las necesidades de normalización, de representación y de enlace terminológico de los datos que se han identificado a lo largo del tiempo en el ámbito del SNS”, reza el documento.
El Gobierno ha apuntado además que esta reforma sobre las historias clínicas de los pacientes en el sistema sanitario permitirá adaptar la herramienta española a
los requisitos establecidos a nivel europeo con el objetivo de “cumplir con la normativa vigente”.
Historiales clínicos para las CCAA y las mutualidades
El Real Decreto que se aprobó en 2010 establece el conjunto mínimo de datos que deben figurar en los informes clínicos, independientemente de si su soporte es
electrónico o en papel. Entre los documentos afectados, se incluye a las
altas, las
consultas externas, las
urgencias, la
Atención Primaria, las
pruebas de laboratorio y de imagen, los informes de cuidados de
enfermería o la
historia clínica resumida.
La normativa vigente establece una serie de
parámetros y de medidas que deben aparecer en estos documentos, aunque brinda a las
comunidades autónomas la oportunidad de establecer sus “respectivos modelos de documentos clínicos, incorporando aquellas otras variables que consideren apropiadas”.
El modelo de historiales clínicos también se ha hecho extensivo a las tres principales entidades de seguros que ofrecen asistencia sanitaria a trabajadores públicos: la
Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface), el
Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas) y la
Mutualidad General Judicial (Mugeju). Las tres deben adscribirse a esta fórmula de datos mínimos, aunque también tienen la competencia para incorporar nuevas variables. Aunque
no plantea nada sobre la sanidad privada.
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