El Ministerio de Sanidad despliega su hoja de ruta con objetivos, medidas y estándares generales de calidad

El Ministerio de Sanidad, dirigido por Mónica García, impulsará el Consenso Estatal para la Mejora de la Atención Temprana
Mónica García, ministra de Sanidad


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El pasado 31 de enero, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó el acuerdo por el que se adoptaba el Consenso Estatal para la Mejora de la Atención Temprana en España. Este lunes, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha hecho público los objetivos, medidas y estándares generales de calidad. El documento está formado por un total de nueve líneas, donde se remarca la implementación de sistemas eficaces de coordinación interadministrativa, facilitar el acceso a la atención temprana en condiciones de igualdad y calidad para todos los niños y las niñas y contar con equipos profesionales y formación continua de profesionales implicados en la atención temprana. Otro de los aspectos que remarca el plan es la necesidad de poner equipos proporcionales a las necesidades de la sociedad.

En relación a la planificación, estructuración, organización y financiación de la atención temprana, el documento marca que la meta es garantizar una cobertura suficiente y equitativa en función de las necesidades de la población a atender, y asignándoles una base territorial y comunitaria bien definida evitando la fragmentación, en favor de la continuidad de la atención. Cada comunidad autónoma asegurará la gratuidad de la Red de Atención Temprana y la cobertura de la población a atender.

La segunda línea que el plan traza es mejorar la calidad de las actuaciones y servicios de atención temprana. Para ello, se establecerán estándares de calidad e indicadores comunes respecto a dichas actuaciones y servicios, así como respecto a los centros y servicios, a través de los cuales se hace efectiva la prestación de la atención temprana y su adecuada planificación.

En esa línea, la calidad de la atención temprana depende de la existencia de un modelo colaborativo de organización, gestión, intervención y evaluación para la mejora continua, dotado de un adecuado marco normativo, así como de procedimientos, instrumentos y prácticas profesionales comunes y compartidas que garanticen que en todo el territorio se prestan servicios de prevención, detección, observación, valoración y diagnóstico de la situación de desarrollo biopsicosocial de los niños y niñas menores de seis años.

Coordinación y procesos de colaboración de familias


La tercera pata de este proyecto es implementar sistemas eficaces de coordinación interadministrativa, por lo que se recomienda la disposición y articulación de una Red de Atención Temprana, entendida como sistema integral a nivel autonómico que, a través de procesos, servicios y recursos, garantiza la atención temprana como derecho subjetivo universal, público y gratuito. Dicha Red permite la vinculación, a partir de unos criterios comunes, de los sistemas de salud, educativo y servicios sociales.

A la hora de implementar procesos eficaces de colaboración y participación activa de las familias, el documento remarca que el conjunto de profesionales de las administraciones y de los centros y servicios han de asegurar la efectiva participación del niño, la niña y su familia en todos los procesos de atención temprana, atendiéndoles conforme a sus necesidades y preferencias en contextos inclusivos y de proximidad. Para ello, se ha de garantizar que dichos servicios mantengan una actitud flexible y abierta a las circunstancias y posibilidades de colaboración de cada menor y su familia, adaptada a sus ritmos y eventuales dinámicas de cambio, promoviendo siempre una atención centrada en el niño, la niña y las familias.

Prevención en Atención Primaria


La quinta línea de actuación pasa por la prevención de la Atención Primaria, y para ello se defiende la visión de que todos los niños y niñas tienen derecho a la calidad de vida, el apoyo al desarrollo infantil y a la atención temprana en la primera infancia. La biología de los seres humanos convierte la primera infancia, y en particular los primeros mil días de vida, en un período especialmente sensible al cuidado integral de la salud y la socialización, con efectos que alcanzan todo el ciclo vital.

Para hacer frente a este reto, se propone que las Administraciones Públicas competentes elaboren y desarrollen unas estrategias orientadas a construir un sistema estatal y autonómico de referencia para el acompañamiento y apoyo al desarrollo infantil y la atención temprana durante la etapa de 0–6 años, de manera que se garantice un buen comienzo en la vida y un óptimo desarrollo a todas las niñas y los niños de nuestro país.

Para culminar el objetivo de facilitar el acceso a la atención temprana en condiciones de igualdad y calidad para todos los niños y las niñas. Este proceso de detección tiene por finalidad la identificación de factores de riesgo o signos de alarma por todos los agentes que participan en el marco de vigilancia del desarrollo en la población infantil, garantizando una derivación ágil a los centros/equipos y servicios especializados de atención temprana para la valoración de las necesidades transitorias o permanentes del niño, la niña y su familia.

Valoración integral y sistemas de información


El séptimo punto del plan para mejorar la atención temprana pasa por garantizar la valoración e intervención integral. Para ello, las comunidades deberán garantizar que estos procesos sean personalizados, respetando la diversidad, iniciativa e intereses de cada niño, niña y familia, en tanto que sean sujetos activos y partícipes principales de dichos procesos, de su orientación y de la toma de decisiones sobre temas que les afecten. Además, tendrán que contar con un carácter sistémico que considere la identificación y eliminación de barreras que en los ámbitos familiares, escolares y sociales pueden estar suponiendo una limitación para el desarrollo holístico del niño y niña.

Los equipos profesionales y formación continua de profesionales implicadas en la atención temprana es el penúltimo escollo que este plan busca resolver, por lo que las administraciones públicas tendrán que velar por la idoneidad, calidad y estabilidad de los equipos profesionales de los centros, equipos y servicios. Para ello, es esencial asegurar un marco adecuado de condiciones laborales, perspectivas profesionales y mejora de las oportunidades de desarrollo profesional.

Finalmente, el último apartado consiste en la optimización de los sistemas de información y registro, por lo que será necesario desarrollar un sistema de información sistemático y riguroso que permita el análisis y la actualización de los procesos de atención temprana y la toma de decisiones para su mejora continua.
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