Tampoco es exigible, bajo esos supuestos, en residencias de mayores, farmacias y transportes, según la nueva normativa

El uso obligatorio de mascarilla en centros sanitarios tiene 2 excepciones
La ministra de Sanidad, Carolina Darias.


20 abr. 2022 9:30H
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POR JESÚS MEDIAVILLA
El fin de la mascarilla en la mayoría de espacios interiores por fin ha llegado. El Ministerio de Sanidad ha publicado este miércoles el Real Decreto 286/2022, aprobado este martes en el Consejo de Ministros, por el que se modifica la obligatoriedad del uso de mascarillas. Su uso, sin embargo, seguirá siendo imperativo en los centros, servicios y establecimientos sanitarios, así como en los centros sociosanitarios, las farmacias y el transporte público.

El Gobierno permitirá quitarse la mascarilla en centros sanitarios “a las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación”, según establece la nueva normativa. En el resto de los casos, personas trabajadoras, visitantes y pacientes (salvo contraindicación médica) deberán portarla en todo momento.

En los centros sociosanitarios, como las residencias de mayores, los profesionales y las visitas cuando estén en “zonas compartidas”. Mientras, en los medios de transporte, se deberá llevar puesta en aviones, trenes y autobuses. En el caso de las embarcaciones, siempre que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros, salvo en los camarotes, “cuando sean compartidos por núcleos de convivientes”.

La obligatoriedad en estos casos comentados no será exigible a las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla, así como a personas en situación de dependencia o discapacidad, o algún trastorno del comportamiento. Tampoco a aquellas que, por la propia naturaleza de sus actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible.


En entornos laborales podrá exigirse por la empresa


En el entorno laboral, con carácter general, no resultará obligado el uso de mascarillas. No obstante, “los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo, podrán determinar las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse en el lugar de trabajo o en determinados espacios de los centros de trabajo, incluido el posible uso de mascarillas, si así se derivara de la referida evaluación”, según el decreto.

A pesar de todo, el Ministerio de Sanidad recomienda para todas las personas con una mayor vulnerabilidad ante la infección por Covid-19 que “se mantenga el uso de mascarilla en cualquier situación en la que se tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros”.

"Las mascarillas dejan de ser obligatorias porque nos encontramos en un contexto favorable", explicó este martes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La "altísima cobertura vacunal", el descenso de la gravedad de la enfermedad y los indicadores favorables han sido los detonantes para tomar esta decisión.


Nivel de riesgo bajo por covid en España


Entre los datos compartidos por el Ejecutivo que 'justifican' esta decisión se encuentran las coberturas de vacunación en España. En concreto, estas se sitúan por encima del 92 por ciento en la población mayor de 12 años y el 92 por ciento de los mayores de 60 años ha recibido una dosis de refuerzo que mejora la protección de este grupo de población frente a covid grave y fallecimiento.

Los niños de 5 a 11 años, el grupo de población que más tarde inició el proceso de vacunación, ya alcanza coberturas más del 40 por ciento con la pauta completa. “Las vacunas utilizadas en España, de acuerdo a los datos disponibles, muestran una efectividad, estimada mediante el método de screening, superior al 90 por ciento para prevenir cuadros graves y fallecimientos por covid”, remarca el Gobierno, que subraya que la “muy alta efectividad de las vacunas” y las altas coberturas alcanzadas han generado un “importante cambio en la epidemiología” del coronavirus en nuestro país.

El Gobierno ha tomado esta medida, "muy meditada", después de que todos los indicadores principales de seguimiento de la epidemia vigentes, de acuerdo a la Estrategia de Vigilancia y control, se encuentran, según el último informe publicado el 8 de abril de 2022, se encuentran “en un nivel de riesgo bajo en la mayor parte del territorio”, lo que sitúa la alerta en nivel 1 en 42 de las 52 provincias y en nivel 2 en ocho provincias. Además, según los datos del Ejecutivo, dos provincias ya no presentan una situación de alerta.

Asimismo, el Ministerio destaca que la gravedad de la enfermedad ha descendido de forma importante entre el periodo previo a la vacunación y el periodo posterior.

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