Los
médicos de Ceuta y Melilla harán caso omiso de los globos sonda del Gobierno hasta que no se resuelvan los problemas estructurales de las plantillas de los hospitales y centros de salud. Ello implica que no aceptarán ser
‘bancos de prueba’ de las medidas que ambiciona el Ministerio de Sanidad, como las
guardias de 17 horas, si no vienen acompañadas de otras que consideran aún más necesarias como son el incremento presupuestario y la incorporación de más facultativos.
Diferentes voces autorizadas del ámbito de la profesión médica, entre ellas la de
Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (Simeg), vienen reclamando al Ministerio de Sanidad algo más de concreción en sus estrategias antes de valorar su implantación en los sistemas de salud autonómicos. Uno de los planes que más expectación han generado es el referido a la
derogación de las guardias médicas de 24 horas, que se llevaría a cabo de forma gradual. “Donde tienen competencias para llevarlo a cabo es en Ceuta y Melilla; ahí es por donde deberían empezar”, resaltaba el facultativo andaluz en declaraciones a
Redacción Médica.
Desde el Ministerio de Sanidad insisten en la necesidad de tumbar este modelo de guardias que tildan de
“arcaico”, y valoran también su encaje en los sistemas sanitarios de Ceuta y Melilla, cuyos profesionales llevan
en huelga desde hace más de un año. Eso sí, subrayan que la estrategia se encuentra todavía en una fase primigenia.
"La guardia de 17 horas tiene que venir de un aumento presupuestario y más médicos, porque hoy por hoy es inviable"
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Lo cierto es que, a priori, la derogación de las guardias de 24 horas e incluso la implantación de un modelo de
jornada de 35 horas no cuentan con la oposición de los médicos de Ceuta y Melilla. Todo lo contrario: “El sistema actual es
demoledor, sobre todo en especialidades que ya de por sí están saturadas como
Obstetricia o Traumatología”, dictamina
Enrique Roviralta, presidente del sindicato médico ceutí (vinculado a CESM).
En este sentido, el facultativo sostiene que, “de entrada”, aplaudirían un sistema de guardias “más liviano y sin tanta continuidad”. “Pero eso tiene que llegar acompañado de un aumento presupuestario y de más facultativos, porque
hoy por hoy, es inviable”, concluye.
En este esntido, denuncia que los profesionales de ambas ciudades autónomos son los que reúnen “las peores condiciones laborales de toda España, con las guardias peor pagadas y ningún tipo de incentivo de difícil cobertura”.
Optimismo con la nueva directora del Ingesa
El conflicto entre los sindicatos médicos y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria continúa encallado a pesar de la
tregua que los facultativos declararon el pasado enero para dar margen de maniobra al ‘nuevo’ Ministerio de Sanidad de
Mónica García.
Las centrales, en cualquier caso, ven
“con buenos ojos” la irrupción de
Isabel Muñoz en la dirección del Ingesa, a la que tienden la mano: “La nula negociación con el Ingesa que hemos tenido hasta ahora puede cambiar con nuevas caras que den lugar a otra relación, es un hecho positivo”, recalca Roviralta.
No obstante, subraya que, aunque los médicos de las ciudadanos autónomos siguen “en ese periodo de confianza” hacia el Ministerio, en este tiempo no han recibido respuestas claras “y
la tregua puede peligrar”. Así lo advierte el propio Roviralta, que recuerda que señala a mayo (pasados 100 días) como posible fecha límite para reconducir las negociaciones.
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