Carolina Darias, ministra de Sanidad.
La división del otrora Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en tres carteras distintas no está resultando fácil para
la gestión que Carolina Darias está realizando al frente del Ministerio de Sanidad. La voz sanitaria del Ejecutivo central se ha diluido en más de una ocasión, adelantada por las otras dos carteras que dirige Unidas Podemos. Cuestiones como la alimentación de los ciudadanos, el aborto o hasta el abordaje de ciertas enfermedades, han sido capitalizadas por proyectos o declaraciones de
Alberto Garzón,
Irene Montero e
Ione Belarra. Con este panorama, las asociaciones de profesionales sanitarios reclaman una mayor coordinación ministerial ante este tipo de estrategias, y recuerdan que las políticas de Salud Pública que se establezcan "
deben salir de la Dirección General".
Una de las más polémicas fue la que protagonizó el titular de Consumo,
Alberto Garzón, quien a comienzos de año se antepuso al Ministerio de Sanidad en su campaña contra el consumo excesivo de carne. Recientemente, el dirigente de Izquierda Unida también se erigió como interlocutor principal de la patronal en el debate sobre los
“tentempiés saludables” que debía incorporar la cesta de la compra ante la escalada inflacionista de los precios de los alimentos. Una cuestión, la de la dieta de los españoles en tiempos de encarecimiento de los productos, que a nivel sanitario es materia de Salud Pública.
A este respecto,
Pablo Pérez Martínez, internista, director científico del
Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y uno de los impulsores del estudio Cordioprev que ha demostrado las bondades de la dieta mediterránea, afirma que este asunto lo debería haber liderado el Ministerio de Sanidad.
“Esto
debería darlo Sanidad porque son recomendaciones que los profesionales de la salud debemos de dar a la población general, tanto para el tratamiento, como ha demostrado el estudio Cordioprev, como para las enfermedades crónicas. Entonces, Consumo debería tratar otros aspectos y
no creo que tenga que liderar estas iniciativas”, reivindica el especialista.
Esta falta de liderazgo por parte de Sanidad también se traduce en que las iniciativas no lleguen donde más deberían.
“Esta guía no la hay leído nadie. En el ordenador de todos los médicos debería salir un resumen de este documento, sin embargo, casi ningún médico se ha enterado de esta guía más allá de lo visto en prensa. Al final cada uno sigue las recomendaciones de su sociedad científica y
hay que recordar que son los médicos quienes transmiten las recomendaciones a sus pacientes”, reivindica Martínez.
Abortos en el SNS, centro TEA y Formación Especializada
Pero no es esta, en cualquier caso, la única
‘cesión’ de Darias a los dirigentes de
Unidas Podemos. Para la hemeroteca queda el impulso, por parte del Ministerio de Derechos Sociales de
Ione Belarra, del
centro especializado sobre el trastorno del espectro de autismo (TEA), o la estrategia del área de Igualdad de
Irene Montero para asegurar médicos abortistas en todos los hospitales públicos del Sistema Nacional de Salud.
"Las estrategias que se establezcan deben salir de la Dirección General de Salud Pública", reivindica la OMC
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La
homologación de títulos médicos extranjeros también se mantiene como una competencia donde no se observa inciativa de Sanidad o colaboración entre este ente y Universidades. De hecho, ha sido el Ministerio de
Joan Subirats, de Unidas Podemos, responsable de homologar los títulos de Medicina, quien, a pesar de las necesidades de profesionales, ha explicado que no acelerarán trámites y mantendrán el proceso "por riguroso orden" de solicitud.
Si bien en ocasiones la gestión de Sanidad ha sido
invadida incluso por ministerios controlados por el propio PSOE. Buen ejemplo de ello es la polémica surgida en verano de 2021, cuando la ministra de Política Territorial,
Isabel Rodríguez, confirmó las
negociaciones entre los Gobiernos central y catalán para el traspaso de la Formación Sanitaria Especializada (FSE); algo que horas después Darias negó, pero que está sobre la mesa a través de un grupo de trabajo.
Testigos de este ‘traspaso’ de potestades, los profesionales sanitarios emplazan al Gobierno a mejorar la coordinación entre ministerios para priorizar la labor de Sanidad en contenidos que afecten directamente a la salud. “Las estrategias que se establezcan
deben salir de la Dirección General de Salud Pública, que para eso existe, y a partir de ahí generar estrategias comunes”, concluye el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC),
Tomás Cobo.
En declaraciones a
Redacción Médica, el responsable del Consejo de Medicina de España asume que también en otros departamentos “cuentan con
personal formado y capaz” para abordar este tipo de cuestiones, pero matiza que “lo ideal sería que se coordinasen y que las estrategias salgan de Salud Pública”.
Una posición semejante defiende el
Consejo General de Enfermería (CGE), que argumenta que, dado que se trata de una “una cuestión de organización y competencias” entre ministerios, “lo importante es que a la hora de abordar los diferentes temas se cuente con los expertos que correspondan, en este caso del ámbito sanitario”. “Y, por lo que nos afecta, que cuenten con la Enfermería y sus legítimos representantes”, subrayan fuentes de la asociación de
Florentino Pérez Raya.
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