El Ministerio de Sanidad ha publicado este martes un nuevo
documento en el que establece una serie de recomendaciones sobre el uso de mascarillas por parte de la ciudadanía en el contexto de la pandemia por coronavirus. Entre ellas, sin embargo, indica que dichas recomendaciones deben tener en cuenta las "lagunas de evidencia", además de la disponibilidad y posibles efectos secundarios negativos.
Uno de los aspectos más destacados del documento, titulado
'Recomendaciones sobre el uso de mascarillas en la comunidad en el contexto de Covid-19', es el relativo a los
"riesgos potenciales" relacionados con uso de mascarillas. En este sentido, Sanidad incide en la importancia de una "campaña informativa intensa de educación y concienciación de la ciudadanía" y señala los siguientes aspectos a tener en cuenta:
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Auto-contaminación, que puede ocurrir al tocar y reutilizar la mascarilla contaminada.
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Dependiendo del tipo de mascarilla utilizada, posibles dificultades para respirar.
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Falsa sensación de seguridad, lo que lleva a una posible menor adherencia a otras medidas preventivas como el distanciamiento físico y la higiene de las manos.
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Desvío de los suministros de mascarillas y la consiguiente escasez de mascarillas para los trabajadores de la salud.
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Desvío de recursos de medidas efectivas de salud pública, como la higiene de manos.
En lo referido a la evidencia científica que avale el uso comunitario de las mascarillas, el documento asegura que
"no hay aún un consenso claro respecto al uso de mascarillas médicas en el ámbito comunitario a nivel internacional para la prevención de la infección por SARS-CoV-2". "La falta de evidencia ha provocado que, hasta ahora, no se haya recomendado que las personas que no tienen síntomas o que no están a cargo de la atención de pacientes deban usar una mascarilla médica para reducir el riesgo de transmisión de Covid-19", añade antes de asegurar que la evidencia sobre uso de mascarillas no médicas es limitada y sugiere que "son menos efectivas que las médicas como medio para el control de la fuente de infección".
Sanidad ha aclarado también el uso de mascarillas se debe acompañar de un
seguimiento "estricto" de las medidas generales de higiene recomentadas para la prevención del coronavirus, entre las que se encuentra la higiene de manos y la etiqueta respiratoria. Del mismo modo, indica que no deben llevarse al cuello, como tampoco sacarla o guardarla en el bolsillo o en cualquier otro lugar para volver a ponérsela más tarde.
Niveles de recomendación
Por último, el documento fija
cinco niveles de recomendación en el uso de mascarillas contra el coronavirus. "Estas cinco opciones se podrían convertir en niveles de implementación progresiva de la obligación o recomendación de uso, en función de la disponibilidad que haya, asociada necesariamente a la provisión de mascarillas a sus destinatarios", indica.
1º nivel: Se recomienda la utilización de mascarilla a todos los profesionales que trabajen en centros socio-sanitarios y su puesto implique estar a menos de 2 metros de los usuarios u otros trabajadores; además se recomienda para las personas con síntomas respiratorios, sus convivientes y sus cuidadores.
2º nivel: Personas en cuarentena domiciliaria (contactos estrechos de casos) para contactar con sus convivientes o salir a la calle cuando sea estrictamente necesario para prevenir contagio potencial asintomático.
3º nivel: Grupos especialmente vulnerables (personas mayores, personas con patologías crónicas y embarazadas) cuando salen a la calle o están en contacto con otras personas.
4º nivel: Posibilidad de uso por aquellas personas que tienen que salir a la calle por motivos laborales u otros motivos en el proceso de desescalado para disminuir el riesgo ante imposibilidad de mantener distanciamiento físico. Además de estar indicado en los sitios de trabajo en los que no se mantengan el distanciamiento físico.
5º nivel: Posibilidad de uso en población general que tienen que salir a la calle (farmacias, supermercados, etc.).
Como criterio general, se considera que las mascarillas médicas deberían destinarse a los niveles 1, 2 y 3, y las higiénicas deberían utilizarse por población general, no vulnerable (niveles 4 y 5) en caso de no disponibilidad.
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