El
Ministerio de Sanidad ha publicado un nuevo informe con información científica-técnica sobre el
coronavirus Covid-19. En el, Sanidad incluye novedades en la evidencia científica relacionada con el mecanismo de transmisión entre humanos, el periodo infectivo, la inmunidad ante la
pandemia, su estacionalidad y sintomatología así como los factores de riesgo que se asocian a la mortalidad, entre ellos, la diabetes.
De esta forma, el documento asegura que el
coronavirus Covid-19 empeora en pacientes diabéticos. Según reflejan, existen diversos estudios en en los que se explica que la
diabetes mellitus es una de las comorbilidades más frecuentes presentes “en aquellos pacientes que desarrollaron neumonía grave o fallecieron a causa de la enfermedad”.
Acceda aquí al informe realizado por el Ministerio de Sanidad
Aunque bien es cierto que el motivo por el cual la diabetes supone un factor de riesgo para
desarrollar enfermedad grave por Covid-19 no está bien establecido, se sugiere que la sobreexpresión de Angiotensin-Converting Enzyme 2 (ACE2) en pacientes diabéticos puede estar implicada en el proceso así como el grupo de antidiabéticos orales tiazolidinedionas (que se han relacionado con una mayor expresión de la ACE2).
Otros factores de riesgo asociados con la mortalidad que se han encontrado son, junto con
la diabetes, “la edad, la enfermedad coronaria y la hipertensión arterial (HTA)”. Según un estudio realizado a 191 pacientes en dos hospitales en China, en los que fallecieron 54 personas, estas cuatro patologías empeoraron la enfermedad
más que el sexo, ser fumador en el momento del ingreso, haber tenido o tener un carcinoma o una enfermedad renal crónica.
Las manifestaciones clínicas gastrointestinales no son una vía de transmisión con gran impacto
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Pero con todo ello, el documento también muestra cosas positivas como que ya existen evidencias en relación a la generación de anticuerpos neutralizantes, tanto en
modelos animales como en casos humanos.
Un estudio de cuatro monos con Covid-19 muestra inmunidad al virus
En un estudio experimental en China con cuatro monos rhesus, se les inoculó SARS-CoV-2 y tres de ellos enfermaron (
pérdida de peso, apetito, fiebre y alteraciones radiológicas pulmonares), mientras que los cuatro presentaron cargas virales similares en nariz, faringe y mucosa anal. En el día 7 se sacrificó a un mono sintomático para medir los efectos patógenos y la carga viral en diferentes localizaciones.
Con todo ello, en los tres monos supervivientes, se midieron anticuerpos específicos a los 3, 14, 21 y 28 días, presentando aumento significativo de los títulos. Tras la recuperación, se volvió a inocular a los monos con SARS-CoV-2 y ninguno tuvo síntomas, ni se detectó la presencia del virus en nasofaringe ni mucosa anal. Una prueba similar a la realizada con humanos en la que el c
ien por cien de los infectados había serconvertido a los 20 días del inicio de síntomas.
En lo que respecta a la vía de transmisión entre humanos, el informe muestra que, como se había argumentado en el orden de la pandemia,
principalmente es por contacto directo con gotas respiratorias de más de 5 micras (capaces de transmitirse a distancias de hasta 2 metros) y las manos o los fómites contaminados con estas secreciones seguido del contacto con la mucosa de la boca, nariz u ojos. Además, añade que las
manifestaciones clínicas gastrointestinales, aunque presentes no son demasiado frecuentes en los casos de Covid-19, lo que indicaría que esta vía de transmisión, en caso de existir, tendría un impacto menor en la evolución de la epidemia.
Una embarazada con coronavirus no tiene virus en el cordón umbilical
En personas con un curso más grave la carga virual es hasta 60 veces mayor que las que tienen un curso leve
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En lo que refiere a la transmisión madre e hijo, no hay evidencia suficiente acerca de la transmisión vertical del SARS-CoV-2, aunque los datos de una serie de 9 embarazadas indican la ausencia del virus en muestras de
líquido amniótico, cordón umbilical y leche materna.
Continuando con el periodo en el que los humanos son focos de infección, este estudio amplía que en pacientes que tienen un curso leve de infección, el pico de la carga viral en muestras nasales y orofaríngeas o
curre durante los primeros 5-6 días tras el inicio de síntomas y prácticamente desaparece al día 10. En personas con un curso más grave la carga viral hasta 60 veces mayor que las que tienen un curso más leve y además, la excreción viral puede ser más duradera.
Un paciente con Covid-19 es inefectivo la primera semana con síntomas
El informe del Ministerio revela que hay dos estudios en los que se describen un total de 6 casos a los que se
les había dado el alta hospitalaria tras dos PCRs negativas (en dos días consecutivos) y en los que posteriormente se detectaron muestras positivas de PCR. En ningún caso esta detección estuvo asociado con un empeoramiento clínico, ni al contagio de personas en contacto. Por lo que no hay una explicación obvia para estas observaciones, que ocurren con muy poca frecuencia.
Por todo ello,
Sanidad afirma que la transmisión de la infección ocurriría fundamentalmente en la primera semana de la presentación de los síntomas, desde 1-2 días antes hasta 5-6 días después. En los casos más graves esta transmisión sería más intensa y más duradera.
En verano seguirá habiendo coronavirus, aunque con menor intensidad
Pese a las hipótesis presentadas en múltiples ocasiones,
Sanidad afirma que se desconoce si el coronavirus tiene un patrón estacional al igual que ocurre con otros virus respiratorios como la gripe. De hecho, en los estudios de China se ha observado una relación lineal inversa con la temperatura y la humedad. Por ello, Sanidad afirma que
es probable que en verano se seguirá transmitiendo, aunque con menor intensidad.
Se han descrito síntomas neurológicos, cardiológicos y oftalmológicos relacionados con el coronavirus
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Para terminar, el Ministerio presenta de forma oficial cambios en lo que respecta a la sintomatología y evolución clínica del coronavirus. Los casos más frecuentes según la OMS con estudios realizados en china vuelven a ser
fiebre (87,9 por ciento), tos seca (67,7 por ciento), astenia (38,1 por ciento), expectoración (33,4 por ciento), disnea (18,6 por ciento),
dolor de garganta (13,9 por ciento), cefalea (13,6 por ciento), mialgia o artralgia (14,8 por ciento), escalofríos (11,4 por ciento), náuseas o vómitos (5 por ciento),
congestión nasal (4,8 por ciento), diarrea (3,7 por ciento), hemoptisis (0,9 por ciento ) y congestión conjuntival (0,8 por ciento).
Unos datos que no distan mucho de los obtenidos een España, con un informe de 18.609 casos notificados, los síntomas más frecuentes fueron: Fiebre o reciente historia de fiebre (68,7 por iento),
tos (68,1 por ciento), dolor de garganta (24,1 por ciento), disnea (31 por ciento)
, escalofríos (27 por ciento), vómitos (6 por ciento), diarrea (14 por ciento) y otros síntomas respiratorios (4,5 por ciento).
Para terminar, también se han descrito otros síntomas relacionados con distintos órganos y sistemas como
neurológicos (en un estudio con 214 pacientes ingresados en un hospital de Wuhan, el 36% tenían síntomas neurológicos), c
ardiológicos (en ocasiones la enfermedad puede presentarse con síntomas relacionados en el fallo cardiaco o el daño miocárdicos agudo)
, oftalmológicos (en una serie de 534 pacientes confirmados en Wuhan se detectaron en 20,9 por ciento ojo seco, 12,7 por ciento visión borrosa).
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