OMC y SEPD reclaman que se aumente el número de pruebas realizadas en España, dada su efectividad contra la patología

Unión política y ejecutiva para ampliar los cribados en cáncer colorrectal
El presidente de la OMC, Tomás Cobo; la ministra de Sanidad, Mónica García, y el presidente de SEPD, Agustín Abillo.


23 oct. 2024 15:00H
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El cáncer colorrectal es el tumor maligno más frecuente en España y el segundo en tasa de mortalidad, solo superado por el de pulmón. Motivo por el que su detección prematura se considera fundamental. La mejor manera de hacerlo es a través de los cribados poblacionales. Todos los aspectos relevantes respecto a esta estrategia quedan recogidos en el Libro Blanco sobre Cribado Poblacional de Cáncer Colorrectal en España, promovido y coordinado por la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y presentado este miércoles en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC). Acto en el que han pedido las autoridades asuman el impulso de estas pruebas en todo sl país. 

Los presidentes de la OMC, Tomás Cobo, y la SEPD, Agustín Abillo, este último, coautor de la obra, han encabezado el acto. Asimismo, han estado acompañados por la ministra de Sanidad, Mónica García, quien ha participado en la presentación del documento. 

El libro firmado por SEPD describe la situación actual de los programas poblacionales de cribado de cáncer colorrectal españoles, trabajo que logran a partir de una revisión exhaustiva de fuentes documentales. De esta forma, se ofrece una base de conocimiento objetiva sobre estos. "Aspira a ser una referencia para todos los interesados en este tema", ha señalado la OMC en un comunicado.


Necesidad de incrementar su realización en España


Según los autores de la obra, los mencionados programas son muy eficaces, ya que mejoran la detección temprana del cáncer colorrectal y esto contribuye a reducir tanto su alta incidencia como su mortalidad. Además, fomentan el ahorro a largo plazo, al reducir el número de tratamientos. Pero, pese a disponer de una sólida evidencia que sustenta el impacto de los cribados poblacionales en la morbimortalidad del carcinoma colorrectal, la implantación en España sigue sujeta a marcadas diferencias e inequidades.

Y es que los cribados no alcanzan las cifras de participación de otros programas de diagnóstico precoz, como el de cáncer de mama. Esto significa que, a corto plazo, España no conseguirá un nivel de participación del 65 por ciento, proporción mínima que recomienda la Estrategia de Salud en Cáncer para 2024. Además, los números varían bastante entre comunidades autónomas, lo que reduce eficacia y equidad de estos programas a nivel nacional.

Las razones tras la escasa implementación de este tipo de procedimientos se basa en la escasa participación de la ciudadanía, las dificultades para la financiación e incorporación de recursos humanos y materiales para llevarlos a cabo y la insuficiente educación sanitaria de la población sobre prevención del cáncer colorrectal, especialmente entre los hombres y colectivos vulnerables. 


Promover la priorización del cribado de CCR


Las instituciones presentes en la presentación han destacado que los cribados deberían ser priorizados por Gobierno y Comunidades Autónomas, que deberían llegar a un acuerdo de cooperación que ayude a superar los problemas de financiación y cobertura. "Debemos colaborar para revertir la baja percepción que tiene la población sobre el riesgo de este tipo de tumor y para promover la participación en estos programas por la importancia de la prevención de este cáncer", ha puntualizado la OMC. 

El Libro Blanco sobre Cribado Poblacional de Cáncer Colorrectal en España contiene una serie de recomendaciones para el combare de esta lacra sanitaria. Se trata de un decálogo que facilitaría la disminución de la variabilidad y una gestión más eficiente de los recursos:

  • Promover la coordinación nacional.
  • Aumentar la difusión y participación.
  • Garantizar una financiación adecuada.
  • Reducir variabilidad e inequidades.
  • Extender la edad de cribado de los 70 a los 74 años.
  • Mejorar la calidad y evaluación.
  • Fomentar la educación sanitaria y formación profesional.
  • Crear circuitos específicos y gestionar el seguimiento.
  • Fortalecer el papel de la Atención Primaria y la Enfermería.
  • Impulsar la investigación e innovación.
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