Milena Bonino frente al Ministerio de Universidades.
Viajar a España con la ilusión de poder ejercer la
Medicina puede acabar convirtiéndose en un calvario. La
homologación de los títulos universitarios es un largo proceso que acaba generando mucho estrés y desesperación a los que se embarcan en él. Es el caso de
Milena Bonino, una
médica argentina-española, que llegó a nuestro país en 2021 dispuesta a trabajar en el sector sin saber que, más de dos años después, seguiría esperando la convalidación de su formación universitaria. Por este motivo, lleva siete días de protesta frente al
Ministerio de Universidades al que seguirá acudiendo hasta que le den una respuesta.
Harta de esperar a que resuelvan su solicitud,
Bonino ha decidido relatar el farragoso proceso de su
homologación del título de Medicina. En una cadena de mensajes publicados en Twitter, expone que se graduó en 2019 y que con la llegada de la
pandemia, en 2020, decidió emigrar a España para iniciar los trámites de la convalidación del título que había obtenido en su Argentina natal.
En marzo del 2021, viajó a
Madrid para iniciar sus estudios con el objetivo de prepararse para el
examen MIR. Explica que en septiembre, cuando se abrió la
convocatoria para inscribirse en la prueba que tendría lugar a principios de 2022, aún no tenía el
título homologado. "Si bien fue difícil, las ilusiones seguían en pie", asegura consciente de que su sueño por la especialización en España tendría que esperar un poco más.
Rechazada del MIR por falta de homologación
"En Abril del 2022, comencé una nueva travesía, un nuevo curso, convencida de que esa
convocatoria sería la mía. Los meses pasaban y en el
Ministerio de Universidades nada cambiaba. En septiembre del 2022 sale la convocatoria y, por supuesto, me inscribo. En noviembre sale la lista de admitidos y soy rechazada por la
falta de homologación", explica con desesperación.
Así, han ido pasando los meses y este mes de junio, harta de no recibir respuesta a su
solicitud de homologación ni a las quejas que ha remitido por la sede electrónica incluso por vía del
Defensor del Pueblo, decide situarse frente a la sede del
Ministerio de Universidades con una pancarta para pedir información sobre su trámite y reclamar sus derechos.
"Pasaron los días y nadie venía a hablar conmigo, solo sabía que el
Ministerio no tiene mesa de información, lo cual significa que es imposible poder hablar con alguno de los
funcionarios del mismo. Por suerte, sigue habiendo personas a las que les conmueve la lucha y lograron que una trabajadora hablara conmigo", relata.
"Me informó que aún faltaban meses para que mi
expediente fuera revisado y que tenía que agradecer que, por lo menos, no se había perdido documentación como suele pasar, dándome como motivo la falta de personal en relación a la cantidad de expedientes", asegura. La misma funcionaria explicó a esta médica que su revisión de homologación también debía pasar por
ANECA "donde puede estar tiempo indefinido".
Desesperada por la situación que vive, expone que "es muy difícil para un profesional formado, tener que llegar a esta instancia para poder ejercer la profesión en un país donde los
sanitarios son tan necesarios". Y se queja: "Pensé que después de la puesta en evidencia de la importancia de todo el equipo de
salud durante la
emergencia sanitaria por
Covid-19 se nos iba a valorar un poquito más. Pido ser escuchada y respetada".
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