Tomás Cobo.
Han pasado exactamente 100 días desde que
Tomás Cobo comenzara su camino al frente de la
Organización Médica Colegial de España (OMC). Desde entonces, este especialista en Anestesiología y Reanimación ha centrado sus esfuerzos en cumplir las promesas que vaticinaba en su candidatura, centradas en la
modernización y digitalización del organismo, así como en la formación del colectivo.
Proyectos como la certificación de la
Formación Médica Continuada, el
Erasmus MIR o la firma electrónica vinculada al
pasaporte Covid-19 han ido tomando forma en estos 3 últimos meses, de los que el facultativo hace balance en una entrevista concedida a
Redacción Médica.
¿Cómo valora este punto de partida en el cargo?
Las sensaciones son positivas. Teníamos dos planes de acción que queríamos implantar para la modernización de la OMC: el
impulso de la Formación Médica Continuada (FMC) y la transformación digital, y estamos trabajando en estas dos líneas. En el tema de la transformación digital, tenemos
5 planes de acción específicos: registro de profesionales en el blockchain en Europa, modernización de todas las herramientas administrativas y burocracia de los Colegios Médicos, certificados electrónicos de salud - desde certificados médicos hasta certificados de defunción-; la acreditación de FMC y el certificado digital y la firma electrónica. En estos 100 días también hemos hecho el
Congreso de Deontología Médica. Uno de los temas que se llevó fue el tema de la
Eutanasia. Todo lo que sea crear espacios de debate en los que se aborden estos temas desde la serenidad y desde la justa medida van bien, creando sinergias para buscar soluciones y no generando conflicto.
¿Cuáles han sido los avances en el terreno de la formación?
En el plano formativo, la mejor noticia de estos 100 días ha sido la
renovación del convenio entre SEAFORMEC, el sistema español de FMC
, la UEMS y el
Ministerio de Sanidad. Estamos a la espera de que se publique en el BOE en los próximos días pero ya está firmado por las 3 partes. Lo que hemos hecho también ha sido impulsar esta formación en ámbitos a los que antes no llegábamos. Por ejemplo, a través del
convenio que hemos firmado con IDIS, que facilita la acreditación de la FMC en el entorno de la medicina Privada. Hay cantidad de profesionales médicos que también están ahí y
no tienen acceso a la acreditación de su promoción en la Sanidad Pública. Además hemos tenido múltiples
reuniones con Farmaindustria con la idea de crear sinergias, respetando los códigos deontológicos y que no haya en ningún caso conflicto de intereses.
¿Qué proyectos se han impulsado?
Uno con el que estoy particularmente ilusionado que es la
Escuela de la Profesión Médica, que vamos a celebrar por primera vez en Santander en un entorno de expertos internacionales. De la mano de AMA, vamos a desarrollar
dos cursos de verano, uno que será dedicado a la revisión de la
pandemia Covid-19, con aciertos y desaciertos y otro relacionado con la
FMC en Europa. Luego, hemos dado otro gran impulso a un ámbito de la OMC que ya llevábamos trabajando desde hace tiempo y que va muy vinculado al proyecto inglés que quisimos traer a España: el Good Practice Doctor o el
Buen Quehacer Médico (BQM). Es una manera de aproximar a la profesión a la deontología médica de una manera sencilla y gráfica. Ahora hemos puesto en marcha una nueva rama que hemos llamado
BQM Coloquios, en los que expertos en Bioética y Deontología debaten sobre diversos temas como la Telemedicina o la Eutanasia. Hace una semana hemos empezado a rodar las primeras grabaciones.
Además de la transformación digital, otro de los ejes de la candidadura era el Erasmus MIR. ¿En qué punto se encuentra?
Dentro del plan
EU4Health, que es el 'Plan Marshall' de Salud para Europa a raíz de la pandemia, hay una parte destinada a la formación en la que sin duda tenemos que participar. Hemos marcado ya una
hoja de ruta práctica para poder acceder a esos fondos europeos, en la que los colegios de Médicos y la OMC tratará de hacer de facilitador (registro, solicitud, licitación...). Y en eso vamos a ir de la mano del Ministerio de Sanidad. Estamos a punto de
firmar el convenio con la Fundación para la Cooperación Internacional del ministerio. Y dentro de este programa estarían los
Erasmus MIR a través de la red de hospitales europea, que ya estamos potenciando. Lo que tenemos que conseguir es que Sanidad, en el programa de formación de especialistas, lo justifique como una
parte esencial.
¿Cuáles serían los retos del colectivo en el medio y largo plazo?
El reto fundamental es conseguir que la
OMC sea lo más útil posible a los colegiados. Todos estos programas de promoción y modernización van directamente dirigidos a eso. ¿Cómo podemos ser útiles? Por un lado en la producción de la formación, por otro lado en la adquisición de fondos y hacer que esa formación penetre en ámbitos donde no estaba y, por último, y muy importante, en la
acreditación. Que se haga en el entorno europeo y libre de conflictos de intereses. Esto no quiere decir que en un momento dado, en un entorno aséptico se creen sinergias con la industria farmacéutica.
¿Qué papel juega la pandemia en estos planes de mejora?
Nosotros creamos una
comisión asesora que ha elaborado 11 informes en total, el último con respecto a la
vacunación con AstraZeneca y que cuenta con expertos de alto nivel nacional e internacional. En este sentido, seguimos a la espera de un
liderazgo cuanto más común mejor y ahora lo que estamos viendo es uno divergente, no solo en España sino a nivel europeo. La clave ahora mismo es
vacunación, vacunación y vacunación, además de la concienciación de la sociedad. Hay que insistir en que la vacuna no nos hace "supermanes", evita gran parte del contagio pero no la enfermedad. La gente que tiene pluripatologías, como los mayores, sigue siendo vulnerable. Esto es de la más
elemental solidaridad pero de alguna forma no somos capaces de transmitirlo con la suficiente fuerza.
¿Qué medidas se esperan haber implantado en el plazo de un año? ¿Cuáles son los desafíos para los próximos 200 días?
A mí me gustaría que la
firma digital estuviera ya ahí, que estuviéramos presentes en esas plataformas de intermediación europeas. Ahí jugaríamos un papel importante en el tema de la certificación y habilitación del médico por ejemplo en el pasaporte Covid. Ese certificado podrá emitirlo un médico con su
firma digital y su habilitación, y no necesariamente la Administración. Ahí la identificación del médico es clave porque hay crimen organizado que se dedica a hacer negocio con este tipo de procesos.
"Me gustaría que en un año estuviera ya en marcha el Erasmus MIR. Que empiece a funcionar de manera natural en la Formación Médica Especializada
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También me gustaría que en un año estuviera ya en marcha el
Erasmus MIR y que empiece a funcionar de manera natural en cada uno de los servicios de Formación Médica Especializada. Tampoco me gustaría que tuviéramos los problemas que estamos teniendo este año con el tema de la adjudicación de las plazas MIR. Queremos que se haga de la manera más adecuada, justa y equitativa posible, sin estas precipitaciones de última hora.
Espero que seamos cada vez más, referentes en formación médica y en desarrollo profesional continuo, no solo en España sino en Europa. Lo ideal es que progresivamente nos fuéramos europeizando y no viéndonos solo a nosotros sino a Europa en su conjunto.
¿Qué necesidades de mejora presenta el SNS?
En cuanto a la profesión médica en general, queremos que se
refuerce el Sistema Nacional de Salud. Que dejemos de mirarnos con tanta complacencia y empecemos a mirar que hay que hacer cambios potentes. En este sentido, hemos tenido la
primera reunión con Presidencia del Gobierno, a través de la Dirección General de Estrategia y Perspectivas España 2020-2050. Una reunión muy interesante con su director general, Diego Rubio, hablando de la necesidad, ya no solo de invertir dinero o aumentar PIB -que hace falta sin duda- sino de mirar hacia figuras más concretas de nuestro modelo sanitario. Realmente hay problemas que son gruesos. Uno de ellos es la existencia de dos bloques, Medicina hospitalaria y Medicina de Atención Primaria, con una comunicación que no es óptima y que deben integrarse. Tenemos que verlo como un tema de salud global. También tenemos que hacer un esfuerzo por abordar las divergencias de los 17 estados autonómicos y conjugarlo de otra manera.
Hay otro problema que también hay que examinar cómo es la relación contractual de los médicos. En este momento, casi el 50 por ciento de los médicos en España tienen un contrato precario. Quizá también
debamos de mirar al modelo de contratación y salirnos de marcos más antiguos. En ese sentido, desde la UE ya nos han llamado la atención. Por ello resulta motivador que la Administración y el Gobierno nos haya llamado a la profesión médica para que participemos en ese proyecto. En un año, me gustaría que existiera ya un plan de acción.
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