Se cuentan por miles los médicos españoles que, un año más, pasarán las fiestas navideñas lejos de casa. Motivos hay muchos, pues dependen de las circunstancias de cada cual, pero lo cierto es que existen también factores comunes que explican este
éxodo de profesionales sanitarios. Y los salarios, habitualmente más elevados en países del entorno, no siempre están detrás de esta decisión: la búsqueda de una mayor
conciliación y estabilidad laboral constituyen algunos de los principales argumentos que lleva a los facultativos a realizar un viaje a menudo sin retorno.
Los datos de la
Organización Médica Colegial (OMC) dan muestra de este éxodo médico: solo en 2021 se tramitaron
4.130 solicitudes de certificado para trabajar en el extranjero, lo que supone además una cifra récord. Por otro lado, la Asociación MIR española informó, en base a una encuesta de 760 participantes, de que más de la mitad de los jóvenes residentes no descarta marcharse fuera de España para continuar su trayectoria profesional.
“España seguirá exportando profesionales porque están bien formamos, por lo que todo ese esfuerzo que realiza el Sistema Nacional de Salud lo terminarán aprovechando otros países europeos”, lamenta a este respecto
Gabriel del Pozo, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), quien esboza algunas de las claves de este éxodo.
Uno de los factores más evidentes es el económico: países como
Bélgica o Dinamarca llegan a cuadruplicar el sueldo medio de un médico de hospital en España, según datos de Amyts (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid). En el caso de los MIR, estos llegan a percibir
hasta 3.000 euros menos (en el caso de los R1) que en Estados del entorno.
Sin miedo a salir de la 'zona de confort'
No obstante, Del Pozo hace hincapié en que el salario es apenas una de las causas del problema. El secretario general de CESM hace hincapié en condicionantes emocionales de los profesionales, que buscan más allá de las fronteras españolas unas mejores condiciones laborales.
“No vivir para trabajar y trabajar para vivir”, sentencia.
En este sentido, destaca que son muchos los que tratan de alcanzar una mayor conciliación que les permita compartir
tiempo de calidad con sus familiares cercanos, así como la posibilidad de realizar actividades lúdicas. “La conciliación familiar está muy difícil en España”, reitera.
La central considera al respecto que, al margen de una mayor retribución, una buena ‘receta’ para fidelizar a los sanitarios pasaría por incentivar medidas de conciliación como la flexibilización de las jornadas, oferta de servicios de
guardería y centros de día o la eliminación de las
guardias obligatorias de 24 horas.
Del Pozo añade un último componente a la ecuación: la
globalización. En concreto, destaca que en ocasiones es más sencillo y rápido volar a una ciudad de un país extranjero que viajar desde las capitales a otras zonas de España. “Nuestros hijos y la gente que se está formando ha tenido un intercambio cultural y ha perdido el miedo a salir de su zona de confort. Esto ayuda a que se desplacen”, concluye.
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