Jerónimo Fernández Torrente, del observatorio contra las pseudociencias de la OMC.
La
Organización Médica Colegial (OMC) ha reclamado al
Ministerio de Sanidad que impida que la
homeopatía se venda en
oficinas de farmacia, ya que es una “
pseudoterapia” y su presencia en estos establecimientos contribuye a la confusión de los pacientes.
Jerónimo Fernández Torrente, coordinador del observatorio contra las
pseudociencias y pseudoterapias de la OMC, ha explicado que los médicos españoles no reconocen la homeopatía ni como una rama de la
Medicina científica experimental ni como un área de capacitación específica.
“Los estudios académicos, que tienen que ser la base de cualquier conocimiento científico, tampoco están regulados ni se sabe muy bien en qué consiste”, ha señalado. La OMC ha incluido la homeopatía en el
observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias.
Limbo legal
Fernández Torrente ha señalado que, en España, la homeopatía “está en un limbo legal” y no existe ninguna legislación propia que indique –ni a las organizaciones colegiadas, ni a los profesionales, ni a los ciudadanos– que estos productos tienen efectividad.
La OMC ha incluido los productos homeopáticos en su observatorio contra las pseudociencias
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También apunta a que los productos homeopáticos
no pasan los procedimientos y circuitos de los medicamentos tradicionales, y los últimos que estaban registrados en la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios (
Aemps) han quedado anulados y “
están fuera de circuito desde hace algunos meses”.
Los productos homeopáticos solo tienen que demostrar que son seguros y que tienen calidad, y “eso también lo hace el agua”, ironiza el facultativo. “No siguen el circuito del medicamento en cuanto a ensayos clínicos, no disponen de código nacional de medicamento, no tienen indicación ni prospecto expreso, sirven para todo y
se venden a precios abusivos en parafarmacias, los médicos no los recetan con receta oficial, no están subvencionados por la Seguridad Social ni forman parte de la cartera básica de servicios”.
Riesgo para la salud pública
Los pacientes, sin embargo, ven que estos productos están a la venta en las farmacias y entienden que sirven para algo, los compran y muchas veces dejan de tomar los verdaderos medicamentos “que les hacen falta para tratar sus dolencias”.
Por ello, Fernández Torrente ha pedido que se impida la venta de estos productos en las oficinas de farmacia en virtud del
riesgo para salud pública y la seguridad del paciente, “que son dos aspectos que las autoridades deberían tener muy en consideración”.
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