Desde CESM lamentan la diferencia retributiva de los médicos que trabajan en las cárceles españolas y los de Primaria
Las
prisiones españolas tienen un déficit importante de facultativos, ya que en tan sólo tres años las plantillas médicas se han reducido más de un 40 por ciento y
una de cada tres plazas está sin cubrir. Para combatir este problema
, Pedro A. Martínez, responsable de CESM-Prisiones, considera que hay una sola solución: "
El incentivo económico es el único que puede resolver este problema".
Según relata Martínez a este medio,
"estas plazas no se cubren porque hay muchísima diferencia de sueldo entre cualquier médico de Atención Primaria y los de prisiones". Además, explica, "han sacado plazas en las oposiciones y, gente que se ha llegado a presentar y aprobar el examen, no ha hecho las prácticas después y ha abandonado el puesto".
Diferencias retributivas
El representante de CESM afirma que, "si la diferencia de sueldo no fuera tan enorme, la gente se quedaría en esas plazas".
El sueldo medio, sin guardias ni antigüedad,
"estaría en unos 2.300 euros netos", calcula Martínez, quien afirma que los profesionales de Atención Primaria cobran unos 1.500 euros más.
"Es sangrante que, como hay poca gente,
las guardias son muchas y no se permite descansar ni conciliar de forma razonable", denuncian desde la Confederación, que cree indispensable que se contrate a más personas y adoptar medidas como
"no hacer guardias a partir de los 55 años".
Solución 'provisional'
Este incentivo económico, no obstante, es solo una medida provisional, tal y como señala Martínez:
"La solución es integrarnos en la sanidad pública. No se tardaría más de un año si hubiera voluntad política y se tuviera la financiación suficiente".
Pese a la importante inversión que sugieren desde CESM para incentivar a los médicos de prisiones,
consideran que estos incentivos son anecdóticos "en relación con el presupuesto que maneja la Administración" y
los pocos facultativos que continúan ejerciendo en las cárceles españolas.
"Es una cuestión de voluntad y de darse cuenta de una necesidad existente. Si no hay médicos, hay urgencias hospitalarias, que es más caro que si se les pudiera hacer un seguimiento", explica Martínez, quien lamenta que en las cárceles se hace "Medicina de Urgencias.
No se actúa como centro de salud, que es lo que se debería hacer".
Un trabajo gratificante
El representante de CESM en prisiones reivindica la parte más bonita del trabajo de los facultativos en las cárceles: "
A los que llevamos un tiempo como médicos en instituciones penitenciarias nos gusta esto. Es una pena que no se cubran las plazas porque es un trabajo muy gratificante en el que ves los resultados".
"Es una sanidad muy integral, aborda la salud mental, la drogadicción o enfermedades insfecciosas", ejemplifica Martínez, que señala:
"Puede llegar a ser muy gratificante aunque haya gente que no se lo crea".
Los más veteranos, afirma, "han trabajado hasta ahora con mucha ilusión y ganas": "N
os da pena ver cómo nuestra labor en tantos años se va al garete", confiesa.
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