Francisco Botella
La ONU ha advertido que el consumo de carne roja y de alimentos procesados y refinados es excesivo, lo que acarrea riesgos para la salud mayores que los causados por el
sexo no seguro, el
alcohol, la
droga y el
tabaco juntos. Algo que no es nuevo para los
médicos españoles, que llevan años promoviendo una
correcta alimentación. "Es una medida que apoyamos desde la acción totalmente porque coincide con las recomendaciones de la
dieta mediterránea, que ha hecho de la necesidad, virtud", explica a
Redacción Médica Francisco Botella, vocal de Comunicación de la
Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
"Coincide con las recomendaciones que los endocrinos hemos hecho siempre.
Nos alegramos de que se sumen a este barco organismos internacionales porque su impacto es aún mayor", se felicita el vocal de la SEEN, que explica de dónde viene
el informe IPCC del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU.
"En enero se publicó un informe en Lancet que, por primera vez,
unió las recomendaciones de una alimentación saludable para las personas con lo que sería saludable para el planeta. A raíz de ese trabajo, que tiene que ver con un grupo de expertos de la Fundación Rockefeller, se empieza a hablar de '
brecha dietética' entre lo que comemos y lo que deberíamos comer para cuidar nuestra salud y, al mismo tiempo, que no tenga un impacto medioambiental importante", detalla el experto.
Respaldo de la ONU
Este informe de enero, explica Botella, lo ha asumido ahora la ONU. "Tiene la misma idea pero con el
respaldo de este organismo internacional. Está basado en que estudios epidemiológicos muy serios demuestran que en los resultados en salud, analizando cuántas muertes se podrían evitar si hacemos esto o lo otro; por pimera vez, aparecen
tres temas dietéticos por encima del tabaco, que hasta ahora se consideraba el problema con el que más vidas se podrían ahorrar".
Ahora, detalla el experto,
hay tres aspectos relacionados con la nutrición que salvarían más vidas: disminuir la sal de la alimentación, lo que implica consumir menos alimentos procesados; tomar alimentos integrales, en el sentido de que tengan mayor contenido en fibra; y consumir más fruta y verdura.
"Estas tres cosas tienen un impacto muy importante en la salud. Hasta ahora habíamos hecho recomendaciones sobre ello pero descuidando otros aspectos. Yo me puedo comprar un pepino, que es muy saludable, pero si está envasado en plástico y una bandeja; el resultado no es ecológico", ejemplifica Botella, que añade:
"Ahora la ONU lo que aconseja es cuidar ese tipo de cosas, ir a un consumo más de proximidad y evaluar el impacto".
Consumo de carne
La ganadería intensiva, relata el experto, tiene un consumo de recursos muy importante por todos los vegetales que hay que usar para alimentar a estos animales,"lo que produce un salto de ineficiencia a lo que sería la
sostenibilidad del planeta".
Desde el punto de vista nutricional, considera beneficioso reducir el consumo de carne roja.
"Si disminuímos esa cantidad, nuestro cuerpo y nuestro bolsillo también lo agradecerán", cree el experto, que advierte: "No sé yo si coincide con los intereses de la industria, que ya están indignados, pero hay que apostar por más calidad y más extensivo el cultivo, para cuidar la salud de las personas y la del planeta.
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